Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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La muerte de Alfredo Nisman puso en shock a la sociedad. El debate está concentrado en la falta de eficiencia de los organismos que debían protegerlo a él y a su investigación. Dato: Argentina tiene el mayor empleo público de la región, pero sin profesionalismo y controles, termina operando para oscuros intereses.
En medio de la conmoción política generada por la muerte de Nisman (¿asesinato, suicidio, suicidio inducido?), el Instituto Argentino para el Desarrollo Social (IDESA) puso el foco en la empleo público, en momentos en que se cuestionan el funcionamiento, el personal y las múltiples atribuciones del Estado, que, sin embargo, no puede resolver el mayor crimen político desde la muerte de dos militantes políticos en la gestión de Eduardo Duhalde (2002).
“El sector público se adormece en la burocratización y se convierte en presa fácil de intereses espurios, que se imponen en base a la corrupción, la violencia y hasta las metodologías mafiosas”, recalca IDESA.
El informe de IDESA recuerda que un reciente trabajo de la OCDE (Organización de Países Desarrollados Económicamente) y del BID (Banco Interamericano de Desarrolloj), denominado “Panorama de las Administraciones Públicas – América Latina y el Caribe 2014”, revela que en la Argentina el empleo público representa el14,8% del empleo total mientras que en los países vecinos es menor.
Prácticamente, uno de cada siete argentinos en el mercado laboral tenía un empleo público en 2010, por lo que la situación se agravó, ya que en los últimos años el único sector que incorporó más trabajadores fue el ámbito estatal.
Por otra parte, la demanda de empleo privado cayó 28,2% en diciembre último en relación a igual período de 2013, según la medición del Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) de Córdoba. La baja se produjo en uno de los meses de mayor actividad económica del año.
El resultado se explica por la disminución en el número de pedidos de personal no calificado (36,79%) y calificado (24,38%). Los pedidos de profesionales disminuyeron 22,7%, mientras que los de no profesionales decrecieron 21,4 %. En lo que respecta a la demanda de profesionales en Ciencias Económicas se registró una baja de 60,5%.