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El diálogo social –que reune al Gobierno, la CGT y empresarios- se abrirá con una pulseada entre los representantes de Mauricio Macri y de la central obrera, que pidió un bono de fin de año de $2.000. El Gobierno ya había anunciado $1.000 para jubilados y beneficiarios de planes sociales.
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Luego de la reunión con el papa Francisco, Macri pretende sumar al llamado «Diálogo para la Producción y el Trabajo» a delegados de la Iglesia Católica, que insisten en el diálogo para revertir el cuadro de pobreza y desempleo que sufre el país. Los gremios más duros de la CGT (incluida la CTA, que no participa de la central obrera y está identificada con el kirchnerismo) y la izquierda reclaman un paro general.
No todos los gremios están de acuerdo con una huelga. El gastronómico Luis Barrionuevo dijo que “al Gobierno hay que darle dos años”. Los sindicatos del sector privado son los más moderados.
La Unión Industrial Argentina (UIA) ya advirtió a través de su presidente Adrián Kaufman Brea que “no todos los sectores están en condiciones de dar un bono”. La UIA difundió ayer las estadísticas de producción del agosto. Ese mes, la producción cayó 6,6% comparación con igual mes de 2015, aunque mejoró 0,4% en relación con julio. En el año, retrocede casi 5%. Algo así como: con estos números, no hay bono posible.
Desde Roma, donde asistió a la consagración del Cura Brochero, el gobernador Juan Schiaretti rechazó la posibilidad de reabrir la paritaria, aunque no descartó un bono de fin de año.
Aunque la CGT nacional reclama un bono de $2.000, los estatales cordobeses estarían dispuestos a redoblar la apuesta y demandarían el pago de al menos $4.000. El Movimiento de Trabajadores Córdoba –que reúne a la UOM, Comercio, Aoita, entre otros- disiente con los métodos que alienta el titular de la CGT Regional Córdoba, José Pihen. Hoy habrá una jornada de protesta, con abandono de tareas a las 10 y concentración en el centro cordobés.
La pulseada nacional se produce en momentos en que se discute cuál es el nivel real del empleo en la Argentina. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reveló la semana pasada que desde diciembre último se perdieron más de 118 mil puestos formales en la economía. De éstos, casi 9 de cada 10 correspondían a la construcción, que estaría dando señales de recuperación desde agosto, según el titular de la Cámara de la Construcción Delegación Córdoba, Marcos Barenbaum. Mencionó los gasoductos troncales, el cierre de la Circunvalación y las inversiones de EPEC.
El Ministerio de Trabajo de la Nación difundió el lunes último su propia estadística e incluyó a autónomos, monotributistas y cuentapropiestas. Según este informe, el empleo formal creció en agosto en comparación con igual mes de 2015. Trabajo admitió, a la vez, un aumento del empleo público, pese a que el gobierno de Macri había cuestionado esa metodología por parte de la gestión de Cristina Kirchner.
Este dato, por contrapartida, desacredita el discurso de los gremios enrolados en el kirchnerismo –con marcada ascendencia en el sector público- que aludía a una suba del desempleo, en especial por las cesantías en el ámbito oficial.