Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
Suscribite al canal de Los Turello.
Por Juan Turello. El almanaque indica que faltan menos de dos meses para que concluya el invierno, uno de los más crudo de los últimos 60 años. Un mes para que aparezcan los primeros “brotes verdes”, señala mi nota en La Voz del Interior. ¿La economía está igual? Un dirigente sindical se quejaba porque el gobierno de Mauricio Macri va corriendo la salida de la crisis.
La luz al final del túnel aparecería recién a fines de este año. Prat-Gay sugiere que se verá plenamente en los primeros meses de 2017. “Faltan dos meses difíciles”, se sinceró un encumbrado funcionario nacional.
El tarifazo fue el golpe más demoledor, más allá de que el kirchnerismo –con cierta hipocresía- y las agrupaciones de izquierda se adueñaron de las protestas. Para la clase media, el aumento es difícil de pagar.
En forma paralela, el consumo se cayó. Las ventas en los supermercados de Córdoba alcanzaron en mayo a 1.077 millones de pesos. Una suba de 25,3% en relación con igual mes de 2015, según datos relevados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en 120 bocas. En esos 12 meses, la inflación fue de 39,4% informa la Dirección de Estadística del Gobierno de Córdoba.
Conclusión: las ventas reales retrocedieron 14 puntos porcentuales. Los alimentos tuvieron un alza similar al promedio general. Los que más subieron fueron los servicios (61,6%), gastos en salud (44), combustibles y alquileres (42) y enseñanza (41).
Para el comercio en general la baja fue de 5,7% en unidades durante el primer semestre, señaló la Federación Comercial (Fedecom). En junio, las ventas en los almacenes retrocedieron 6,7% con aumentos en los pedidos de “fiado” (la clásica libreta). En estos locales, casi uno de cada tres pesos se vende al “fiado”, aseguran en el Centro de Almaceneros de Córdoba.
El consumo cayó: las ventas en 120 supermercados de Córdoba aumentaron 25% en mayo, en comparación con igual mes de 2015. En ese período la inflación fue 39%.
Los salarios tuvieron aumentos a mayo último de entre 28 y 30% en promedio, considerados los últimos 12 meses. Todos los gastos subieron por lo menos 10 puntos más. Síntesis: la demanda copió a la temperatura: bajó.
Hay “despidos hormigas” en el sector metalmecánico y en comercios. Una ventana se abrió para quienes tienen entre 16 y 24 años con el Programa Primer Paso (PPP) y PPP Aprendiz. Habrá 20 mil becas. Las empresas tendrán que hacer su aporte. Difícil en un momento de caída de la actividad.
¿Por qué estamos mal? El Gobierno aplicó un ajuste: devaluó, eliminó las retenciones a los productos primarios (la Argentina come lo que exporta), subió las tarifas y el aumento salarial promedio está unos 10 puntos por debajo de la inflación. Receta ortodoxa. Lo que aconsejan los manuales y se aplica para lograr un equilibrio en la economía.
¿Había que hacerlo? Sí, porque el nivel del déficit que dejó el kirchnerismo exponía a seguir emitiendo, lo que hubiera terminado en un festival de billetes y un mayor descalabro. No había crédito externo y todas “las cajas” se habían vaciado. El riesgo era repetir el ejemplo de Venezuela, modelo elogiado por varios funcionarios kirchneristas. Ahora, los venezolanos cruzan en masa a Colombia no para comprar electrónicos, sino ¡alimentos y medicamentos!
¿Se hubiera podido hacer más gradual? Quizás sí en los servicios. Pero hoy se pagan más subsidios que en 2015, porque el valor de referencia aumentó.
¿Y si no salimos? Nadie quiere repetir la crisis 2001-02, salvo pocos irresponsables. De allí que las expectativas de cambio superen ampliamente la imagen que la gente tiene de la gestión del Gobierno. Es el invierno más crudo de los últimos años.