Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Daniel Scandizzo. Para los inversores del mercado de capitales local, la evolución del índice Merval refleja la principal medición de la performance del valor de las acciones de las empresas que cotizan en la bolsa de comercio, ya sea en Buenos Aires, Nueva York, San Pablo o Tokio, sólo por mencionar algunas.
¿Por qué presentan tanta trascendencia estos indicadores?
La respuesta es simple: expresan el valor que el mercado otorga a las empresas en un momento determinado. Sin embargo, en los países emergentes, en general, y en Argentina, en particular, el comportamiento de los precios de las acciones se muestra más influenciados por los datos de la coyuntura macroeconómica que por la eficiencia de la gestión y el potencial de los proyectos de las empresas cotizantes. En términos prácticos, la volatilidad del tipo de cambio, las negociaciones con los acreedores externos o las declaraciones de un funcionario resultan más gravitantes en el valor de las acciones que la calidad del management de las compañías que cotizan.
❝En Argentina el comportamiento de los precios de las acciones se muestra más influenciados por los datos de la coyuntura macroeconómica que por la eficiencia de la gestión❞.
Entonces, ¿qué podemos decir acerca de los resultados de las empresas en Argentina, o de cómo gestionan su capital de trabajo, o cuál es su nivel de endeudamiento o, por ejemplo, cuáles son las variables que traccionan su rentabilidad?
Propongo un breve ejercicio utilizando como fuente de datos a la Comisión Nacional de Valores: considerar las mismas empresas que componen el índice Merval, excepto los bancos, y evaluarlas a través de la lupa de tres indicadores de gestión, que se enfocan en sus resultados y en la eficiencia de su management. Las empresas ponderadas en el Merval son: Aluar, Sociedad Comercial del Plata, Edenor, Siderar, Pampa Energía, Telecom, Transener, Tenaris, YPF y Petrobras.
■ Una mejora en la rentabilidad: el rendimiento del capital de las empresas aludidas se ubicó en un 20% promedio durante 2013, una mejora sensible frente a la caída en 2012 y la pobre performance en 2011 (10%), pero tal vez por debajo de las expectativas. El año 2014 que finaliza en términos fiscales en los próximos días, o el 30 de Junio para numerosas compañías cuya casa central se encuentra en el exterior, no promete hazañas. El excepcional comportamiento de la Bolsa en el primer semestre de 2014 no se reflejó en los balances. El segundo semestre puso las cosas en su lugar, situación macro mediante.
■ Menos endeudamiento: Siempre en términos promedio, en los últimos tres años, las empresas analizadas apelaron a una menor dosis de deuda para financiar sus activos, ganando posiciones el financiamiento por medio del capital propio. En 2011 por cada 100 pesos de activos, se contaban 68 pesos de deuda. Esta proporción bajó a 48 en 2013. Las empresas privilegiaron la salud financiera.
■ Opción por la caja: En los últimos tres años se evidencia una mejora en la gestión operativa. Así por cada 100 pesos de ventas en 2011, se generaron 19 pesos de caja en 2011. En 2013 la generación promedio ascendió a 26 pesos por cada 100 de ventas.
Sólo tres indicadores aplicados a 10 empresas no son lo suficientemente representativos para generalizar conclusiones pero nos permiten analizar la gestión de las empresas localizadas en el país desde la perspectiva de management y no sólo escuchar la voz del mercado. En un país en el que toda medición es puesta en duda, contribuir con información objetiva no es una acción menor.