Por Héctor Cometto (Periodista deportivo; comentarista en los informativos de Teleocho Córdoba). Es una ciudad azul y blanca. Esa es la imagen cuando uno entra al Club Atlético Vélez Sarsfield. Y resalto lo de Club Atlético. Hoy es el puntero del torneo y el equipo que mejor juega en el fútbol argentino; tiene todos los títulos principales, y…
… recurriendo al eslogan del Barcelona, es más que un club.
Adquirió en el comienzo del torneo por 2 millones de dólares un porcentaje de Facundo Ferreyra, juvenil de Bánfield y del Sub 20, y él metió cinco goles en las últimas dos fechas, convirtiéndose en uno de los grandes argumentos para que Vélez esté donde está.
Invierte para hacerse fuerte y potenciar virtudes, pero los principales réditos se los brindan sus inferiores, con jugadores que se adaptan rápidamente a Primera y que, al consolidarse, le permiten venderlos por varios millones al exterior para balancear sus cuentas.
Asimismo, en el último balance perdió 26 millones de pesos, porque como decía su ex presidente Raúl Gámez, hasta se van a bañar los que viven en la calle. Su gran infraestructura deportiva integral permite, con 40 mil socios, desarrollar una tarea social profunda, con un acceso al deporte tan generalizado como costoso de financiar.
Tiene un complejo náutico, colegio con 2.000 matrículas, villa olímpica y una tarea política con amplio debate interno, sucesión del poder mediante, que analiza y programa cada una de las decisiones.
Un modelo a seguir, dentro y fuera de la cancha. Porque demuestra que en el fútbol argentino se puede jugar bien, y trascender. Dentro y fuera de la cancha.