Por Claudio Fantini. ¿Que implica el acuerdo entre Henrique Capriles y Nicolás Maduro en Venezuela? Respuesta: un intento de “golpe de Estado” no contra el dictador chavista, sino contra Juan Guaidó, el principal opositor y reconocido como «presidente encargado» por numerosos países y organismos internacionales. Una vez más, el régimen apuesta a dividir la oposición.

El régimen en Venezuela apuesta a dividir a la oposición. En ocasiones, logró pactar con figuras menores, pero, esta vez, su anzuelo atrapó a un pez gordo: Henrique Capriles.

“No podemos seguir jugando a gobernar en internet”. Ésa es la frase que implica el extraño golpe contra un presidente sin Estado. Capriles se lanzó a derrocar a Juan Guaidó como líder de la oposición, en lo que constituye el capítulo más desopilante de la deriva disidente.

El ex gobernador de Miranda comenzó su rebelión contra el proclamado “presidente encargado” sentándose a negociar con el régimen. Una astuta jugada probablemente lucubrada por el canciller de Turquía, Mevlut Cavusoglu, quien actuó como mediador en las secretas tratativas.

La clave de la jugada fue la liberación de un centenar de presos políticos. Sin esa supuesta concesión del régimen, la aceptación que dio Capriles a las elecciones legislativas que Maduro quiere realizar en diciembre habría sido tomada como una “traición a la disidencia”. 

Algo similar sucedió en el pasado con varios dirigentes, como es el caso de Henry Falcón, quien se prestó a la “legitimación” en farsas electorales.

En lugar de intentar el derrocamiento del dictador, Capriles intenta derrocar a un “presidente” simbólico al que apoya el grueso de la dirigencia antichavista y buen parte de la comunidad internacional.

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En la vereda enemiga hay tres fórmulas que compiten entre sí neutralizándose mutuamente: Guaidó, quien encabeza una entelequia partidaria con la promesa de que terminará reemplazando al “usurpador”; María Corina Machado, que reclama una intervención militar extranjera contra el poder chavista y, ahora, Capriles. 

Venezuela: ¿Maduro derrotado en las urnas?

Es difícil pensar que, aún con observadores de la ONU y de la Unión Europea, Maduro, Diosdado Cabello y la casta militar vayan a correr el riesgo de ser derrotados en las urnas.

Capriles logrará que Maduro levante su proscripción y pueda ser candidato. También es posible que él y su ladero en esta iniciativa, el legislador Stalin González, logren bancas en una Asamblea Nacional que quitará a Guaidó su base institucional de autoridad.

Será Capriles quien ponga fin al Congreso de Venezuela, presidido por el hombre al que 50 países reconocen como “presidente encargado”. Una jugada maestra del chavismo y de su aliado: el gobierno turco de Recep Erdogán.

No obstante, el problema de la disidencia no está sólo en la embestida contra el titular de la Asamblea Nacional. Las iniciativas de Guaidó contra la dictadura fracasaron una tras otra y, desde hace tiempo, su liderazgo languidece en la inacción.

No es fácil vencer a un régimen como el venezolano. Pero la dirigencia antichavista mostró una propensión a dividirse que la llevó a de fracaso en fracaso.

Y en estos días ha comenzado a escribir lo que promete ser otro patético capítulo de su historia de división y traiciones.

Redacción Turello.com.ar

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