Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Desde ahora y por 75 días, tres dirigentes políticos pelearán por el sillón de Rivadavia, luego de 12 años de administración kirchnerista. Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa llegarán a los comicios presidenciales con la mochila que les dejó las primarias, ya sea con los datos a favor o en contra. Es una incógnita que hará José Manuel de la Sota, que revalorizó su título como el más votado en Córdoba.
Scioli ganó la elección primaria y retuvo para el Frente para la Victoria (FPV) la difícil provincia de Buenos Aires, luego de días de intensas denuncias y cruces entre los propios candidatos del oficialismo. Sin embargo, el resultado logrado no fue el esperado. Intentará ahora –con el apoyo de todo el aparato oficial nacional y de las provincias administradas por el peronismo (es el candidato que más le cuadra al “pejotismo” tradicional, como lo definía Néstor Kirchner) y de La Cámpora ganar en primera vuelta. Para ello, necesita superar el 45% de los votos válidos o llegar al 40% y obtener una ventaja de más de 10 puntos porcentuales sobre su inmediato seguidor. Se desconoce si se inclinará por una política económica al estilo Kicillof (“todo va a seguir igual”) o de Miguel Ángel Bein, su principal asesor, quien se niega a mantener el dólar ahorro y limitar las importaciones industriales. En caso de ganar, no está claro cómo pondrá en marcha la política para el desarrollo y el crecimiento que volvió a prometer en su discurso de anoche.
Macri. El resultado fue mejor del que plantearon las bocas urnas (hablaban de una derrota de 12 puntos). Aún se discute si cometió el error de no aliarse con Sergio Massa para presentarse como una opción sólida ante un oficialismo que usó todos los recursos del Estado a su favor, incluido el manejo de los planes sociales y la política del miedo («si gana la oposición eliminarán todos los planes», advertía). Para reducir la diferencia con el kirchnerismo, será clave la política de alianzas hacia dentro de su propia fuerza (Cambiemos) y con las restantes agrupaciones, que tienen una posición crítica del kirchnerismo.
Massa. Pese a las idas y vueltas en torno de su nominación, finalmente obtuvo un buen resultado en las primarias. Fue el candidato que más festejó el resultado, ya que aún tiene posibilidades de meterse en el balotaje. También fue el que más propuestas lanzó en los temas narcotráfico e inseguridad. Anunció que usará el PPP de De la Sota y el Boleto Educativo. En la balanza negativa pese haber perdido el apoyo de dirigentes bonaerenses, en especial de los intendentes del conurbano, quienes le dieron la victoria en la elección legislativa de 2013.
De la Sota. Ganó la provincia de Córdoba, tanto a nivel personal como en lo referente a la agrupación UNA frente a Cambiemos. De la Sota le sacó casi 70 votos a Macri en la pelea personal y 65 mil a nivel de nucleamientos, pese a que encuestas de meses recientes ponían al jefe de Gobierno porteño por encima del gobernador de Córdoba. Su futuro político es una incógnita, aunque intentaría insertarse en algunas de las estrategias partidarias nacionales para no perder peso político. En la provincia, tras su asunción el 10 de diciembre próximo, Juan Schiaretti intentará disputarle el liderazgo político, aunque en la elección provincial tuvo menos votos que De la Sota. Otro tanto hará cualquiera sea el intendente de la ciudad de Córdoba que gane el 13 de diciembre, ya sea Ramón Mestre o Luis Juez.