Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Juan Turello. Si algo faltaba para comprobar que estamos finalizando un mal año, bien vale el testimonio de quienes llegan para las fiestas. ❝Argentina ha retrocedido❞, es la síntesis más dura que escuché del familiar de un economista. 2015 aparece con incógnitas.
❝2014 fue el peor año de la última década❞, coinciden gremialistas y empresarios. Rubén Urbano, de la UOM Córdoba, reconoce que los “despidos hormigas” redujeron los puestos en las fábricas. La demanda laboral está en los niveles de la crisis de 2009, apunta el CPCE de Córdoba.
Los hombres de negocios están golpeados por la inflación, las trabas a las importaciones y a las exportaciones y la excesiva presión fiscal: 34% del PIB, similar a la de los países desarrollados, con menor calidad en los servicios y logística.
❝Me conformo con empatar lo que vendí en 2014❞, decía el responsable de uno de los grandes grupos desarrollistas de Córdoba. Las proyecciones hablan de otra caída en la actividad.
Para el Gobierno el desempleo sólo aumentó unas décimas (pasó de 6,8% en el tercer trimestre de 2013 a 7,5%, en igual período de 2014), pero la clave es que 500 mil argentinos –por distintas razones- abandonaron el mercado laboral. Lo curioso es que esto sucedió cuando la actividad económica caía: 2,7% hasta noviembre, según la consultora de Orlando Ferreres. En épocas de crisis se espera otra actitud: que los miembros de una familia salgan a buscar trabajo. En la Argentina, es al revés. Increíble dato oficial.
Todos los factores que agregan demanda cayeron: consumo (2%, según medición por unidades de grandes locales de venta); exportaciones (16% hasta noviembre, según Indec) e inversiones (casi 12% menos en relación a los 11 primeros meses de 2013), excepto la demanda del sector público, a partir de un gasto excesivo, que se financió con emisión.
¿Cómo viene 2015? Las proyecciones apuntan a una avalancha de pesos (sucede en un año electoral), más aún cuando Cristina Kirchner y su equipo no da señales de querer arreglar con los holdouts. La deuda en default alcanza a 16.710 millones de dólares, de acuerdo al cálculo de Mary Acosta (CPCE). El riesgo es que a los 1.330 millones que ya obtuvieron los fondos buitres, se sumen reclamos similares (“me too”) por otros 8.546 millones.
El frente externo será el principal dolor de cabeza para el próximo presidente, sin contar que heredará un déficit cuantioso. ❝El resultado financiero del sector público sería negativo en 216,4 mil millones de pesos y se proyecta un rojo de 315,4 mil millones para 2015”, advierten Marcelo Capello y Néstor Grión (Ieral).
¿Cómo recortar gastos en una sociedad acostumbrada al subsidio y al auxilio permanente del Estado? ■