Las reservas del Banco Central equivalen ya a sólo el 17% de la deuda pública del Gobierno nacional, una caída que parece no tener fin. ¿Cuál es el riesgo? Que el temor a la caída de las reservas aliente aún más el refugio en el dólar y esto desate una crisis económica.
En principio, y aunque la situación es delicada, el Gobierno podría llegar con ‘parches’ a 2015, no se avizora una crisis en el corto plazo, señaló Mary Acosta, responsable del equipo del Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) de Córdoba. Todo indica que el Gobierno se está preparando para salir a buscar fondos porque el esquema que viene empleando no puede seguir, subrayó la economista.
El Gobierno tiene hoy menos margen para alentar el consumo, por la situación fiscal, además de un menor crecimiento por factores externos: Brasil y los precios internacionales de los commodities, completó. Y agregó: El consumo vía tarjetas de crédito también disminuirá porque los tenedores tienen casi agotado el límite de compra.
¿Un «shock» devaluatorio (una fuerte devaluación) daría resultado? -se le preguntó.
-No, se necesita un nuevo equipo económico, aunque el ajuste lo está haciendo el mercado vía la inflación, que este año puede estar por encima del 26%. Para 2014, hay una proyección similar o un poco más. Los empresarios no quieren que se vaya el actual Gobierno porque temen una crisis más grande. Es posible que el año próximo haya más conflictividad social porque el salario real volverá a caer frente a la inflación.
El trabajo -titulado «Deuda pública: nivel de reservas y condicionamiento»– arrojó las siguientes conclusiones:
● La deuda pública ascendía a U$S 196.142,6 millones al 30 de junio último. Representaba el 43,6% del PIB y el 17% de las reservas (al 14/11). Si en lugar de usar las reservas, se hubiera acudido al crédito externo desde 2009, la deuda llegaría hoy al 51,4% del PIB.
● Vencimientos futuros: U$S 6.745,6 millones en 2014, y U$S 10.343,2 en 2015.
● (El uso de reservas en el pago de deuda pública) liberó fondos del sector público nacional, que se aplicaron a políticas activas destinadas a mantener el consumo interno y el empleo.
● Desde el punto de vista de la política cambiaria, no resultó la medida más conveniente a la luz de los movimientos en la salida de capitales, la crisis energética y la decisión de aumentar la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal.
Elementos relacionados:
También la Bolsa prevé un 2014 mediocre
Una agenda cargada cuando vuelva Cristina
El cepo cumple dos años sin resultados positivos <