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Por Marcelo Capello y Gerardo García Oro, economistas de IERAL. Dados los manifiestos problemas en los primeros meses de 2014, existía gran expectativa en conocer las variables del mercado de trabajo en el primer trimestre, las que darían un indicio de esa situación.
❝La reducción de la tasa de desempleo en un contexto de crecientes dificultades económicas y laborales, resulta en principio contra-intuitivo❞.
Los datos oficiales del INDEC muestran que tasa de desempleo en el primer trimestre resultó del 7,1% de la Población Económicamente Activa (PEA), equivalente a 1,3 millones de personas. En el mismo período de 2013, había sido de 7,9%.
La reducción de la tasa de desempleo en un contexto de crecientes dificultades económicas y laborales, resulta en principio contra-intuitivo. A esto contribuye el descrédito del INDEC, que en los últimos años ya mostró sesgos en la elaboración de las estadísticas de precios, producción, pobreza y exportaciones. Ahora la lupa está puesta sobre las estadísticas laborales.
Un dato curioso: la tasa de empleo cayó del 42,2% a 41,8% de la población el último año. Esto es, habría bajado la tasa de empleo, pero también la de desempleo. ¿Cómo se puede explicar esta situación? Ocurre que en ese lapso también bajó la PEA y por ende la tasa de actividad (la proporción de la población que se halla trabajando o buscando trabajo). Dicho guarismo pasó del 45,8% al 45% de la población en un año.
En el primer trimestre de 2007 la tasa de actividad era del 46,3% de la población, mientras la tasa de empleo se ubica actualmente en los mismos niveles de aquel año. Pero existen alrededor de 500 mil personas menos en la PEA en 2014 que en 2007, que se retiraron del mercado laboral, ya sea que dejaron sus puestos de trabajo o, más probablemente, abandonaron la búsqueda de empleo, encontrándose en una situación que suele catalogarse como “trabajador desalentado”.
La mayoría de las 500 mil personas que abandonaron la PEA en los últimos seis años, previamente revistaban como desempleados, y ahora lo hacen como inactivos. La pregunta obligada es entonces la siguiente: ¿A cuánto ascendería la tasa de desempleo en el primer trimestre de 2014 si la tasa de actividad se hubiera mantenido en los niveles de 2007? Se ubicaría en 9,7%. Si así fuera, existirían actualmente alrededor de 500 mil personas con “desempleo oculto”, no incluidas en la tasa del 7,1% del INDEC para el primer trimestre, que en las estadísticas actuales revistan como “inactivas”. Todo estos resultados a pesar de una profusa creación de empleo público en el último lustro.
Más allá de las estadísticas, no quedan dudas que las condiciones del mercado de trabajo han empeorado, y que hace al menos 6 años que el sector privado genera poco empleo.
El modelo agotó sus posibilidades. Hay que volver a empezar.■