Por Juan Turello. El balance del año económico en la Argentina es positivo en líneas...
Antes de finalizar 2024, el programa televisivo de interés general Los Turello superando las 400...
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Ya no quedan dudas de la enorme brecha que se abrió entre el gobernador José Manuel de la Sota y su equipo con Cristina Kirchner. En las últimas horas, ambas partes profundizaron sus diferencias.
De la Sota (en Twitter: @jmdls2011) no asistió al acto por el Día de la Industria en Córdoba y postergó el anuncio de la radicación de una empresa metalmecánica de Italia para reunirse en la Capital Federal con legisladores y dirigentes del Peronismo Federal (Francisco De Narváez, Graciela Caamaño, entre otros) y de otros núcleos opositores. Estos son hoy un sector minoritario dentro del aparato justicialista. El mandatario cordobés intenta agrupar a los militantes del PJ que no están encolumnados con la Presidenta (@CFKArgentina) o que se sienten desplazados por el cristinismo puro.
El jueves último, desde San Juan, cuando estallaban los cacerolazos en el país, Cristina Kirchner cuestionó «la mala gestión» en la provincia por parte de De la Sota, como así de otros mandatarios con problemas financieros.
El lunes, Oscar González, jefe de Gabinete (en la foto junto a De la Sota y Osvaldo Giordano), replicó las críticas que recibió de la titular del INDEC, Ana María Edwin, diciendo que seguramente en ese organismo «había gente más inteligente», al tiempo que cuestionó que «Córdoba siempre es agredida, atacada».
Anoche, Jorge Lawson (@Lawsonlat), ministro de Industria, aprovechó varios pasajes de su discurso para marcar diferencias con el estilo de gestión del kirchnerismo. Recordó que en su reciente viaje a Italia percibió «mucha preocupación por la situación en la Argentina». «Luego de la presentación del modelo cordobés, rompimos muchos miedos», enfatizó.
No terminó ahí. Se despachó con otras tres frases polémicas, que marcaron diferencias con el Gobierno nacional: «Córdoba está bien»; «tenemos el menor índice de conflictividad laboral en el país» y «queremos que el Estado sea parte de la solución y no del problema; podemos disentir, pero lo hacemos dentro del respeto mutuo».