El dólar blue (paralelo) volvió a subir el miércoles a $13,68 en medio de fuertes controles de la AFIP y organismos de seguridad y del paro bancario. ¿Qué sucedió? Que por ambas medidas faltaron billetes, entonces las escasas operaciones acusaron un alza de 58 centavos en relación al martes.
La baja de casi $3,30 en relación al pico del 24 de septiembre último ($15,95) obedece básicamente a tres razones: mayores controles –la AFIP desplegó toda su arsenal en las últimas jornadas– y a dos nuevas “bicicletas” (una de particulares; otra, de bancos y grandes inversores).
Mayores controles
La Comisión Nacional de Valores, el Banco Central y la AFIP ajustaron los controles, con lo cual se paralizaron prácticamente las operaciones de “contado con liqui” (comprar bonos en pesos en la Argentina y venderlos en Estados Unidos, acreditándolos en una cuenta bancaria en ese país). Esta operación -que es legal en el país- es el hermano mayor del blue, por lo que las subas y bajas se reflejan en el mercado paralelo. El ojo de los inspectores de la AFIP amenaza con aplicar sanciones a las empresas por remisión indebida de utilidades al exterior, cuentas no declaradas fuera del país, fondos no incluidos en el Impuesto a las Ganancias, etcétera.
El «contado con liqui» suponía, por el lado de los inversores, el circuito inverso: comprar esos papeles en Estados Unidos y venderlos en la Argentina, “blanqueando” dólares que llegaron a tener una brecha de casi 90% con el oficial. Por supuesto, es factible que en las inspecciones también se hallan incautado dólares y pesos que no estaban declarados (“en negro”) por parte de las casas de cambio o sociedades de bolsa. Las recientes sanciones no fueron por infracciones recientes, sino por causas que ya tenían varios años. La penalización y amplia difusión terminan por amplificar el efecto “susto”.
Por particulares, en general empleados con sueldos altos, con todo “en blanco” (aportes, pago Impuesto a las Ganancias y declaraciones de Bienes Personales al día), que compran esos dólares bajo la modalidad “ahorro”. Esto es al valor oficial más el 20%, que es deducible de Ganancias o Bienes Personales, con lo cual al mes siguiente recuperan ese mayor costo en relación al dólar oficial. Con los billetes en la mano, los venden luego en el mercado paralelo y –en el caso de haber comprado 1.000 dólares- se hicieron sucesivamente de 5.000, 4.000, 3.000 ó 2.500 pesos, de acuerdo al momento de la venta y la diferencia con el precio de compra. Por caso, ayer pudieron comprar a $10,23 y vender a $13,58, una ganancia de 2.350 pesos. Un problema: en la próxima declaración de Bienes Personales deben figurar los dólares o, en su defecto, admitir la venta o el gasto en el exterior (ambas cuestiones serán verificadas por la AFIP).
La compra de bonos con dólar-linked (ligados al valor del dólar más una tasa), que emite el Gobierno nacional. Por caso, hoy jueves se colocará el BONAD 18, por el cual se recibirán pesos hasta unos 1.000 millones de dólares (casi 9.000 millones de pesos). El bono se pagará en pesos dentro de 40 meses, pero está atado al valor del dólar oficial, más una tasa de 2,40 por ciento anual. ¿Cuál es la ganancia de bancos o empresas? Tener pesos asegurados que -ante la perspectiva de una devaluación por parte de este Gobierno o de la gestión que se iniciará el 10 de diciembre de 2015 (el dólar a $8,51 es insostenible)- implica mantener la inversión linkeada al dólar, además del cobro de intereses.
En definitiva, la administración de Cristina Kirchner se financia ahora con un festival de bonos, como afirma el economista Jorge Vasconcelos. La operación no es otra cosa que pagar el déficit con endeudamiento, como sucedió en el último tramo de la gestión de Carlos Menem. En este caso, la deuda la deberá cancelar «el que viene» y a muy corto plazo, además de tener que soportar el costo de una necesaria devaluación para ganar competitividad.
En este caso, como sucedió con las concesiones «confidenciales» de YPF a Chevron, el relato que aludía al desendeudamiento fue archivado. Eso sí, sin hacer mucho ruido.