Jhon Boretto, rector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), detalló en Los Turello la...
Por Claudio Fantini. Los presidentes uruguayos suelen atreverse a señalarles a los argentinos...
Por Juan Turello. Javier Milei recibió el más duro golpe político en casi cinco meses de...
En los últimos días Google ha utilizado sus famosos Doodles, con una serie de juegos vinculados a...
Durante un acto realizado en la sede de la Fundación OSDE, en la ciudad de Córdoba, realizamos la...
El duro ataque del empresario Jorge Petrone, dueño de Gama (una de las mayores desarrollistas de...
¿Los empresarios tienen miedo de hablar? En especial, ¿tienen miedo que luego de sus palabras...
Cristina Kirchner atravesó anoche otro duro examen en Harvard por parte de estudiantes de esa...
Suscribite al canal de Los Turello.
Por Héctor Cometto (Periodista deportivo, comentarista en los ciclos informativos de Teleocho Córdoba). Alejandro Sabella es un tipo educado. Se le nota en el respeto que le imprime a cada uno de sus gestos y comportamientos, tomando como definición de respeto el “tener en cuenta al otro”.
Sabella es un tipo paciente. Su oportunidad le llegó después de un tiempo de experiencia que lo llevó por todas las funciones, siempre campeón, sin gran pantalla. La de jugador, ayudante de campo de clubes y de la Selección. Y DT del Estudiantes dueño de la Libertadores, el mejor rival del Barcelona en mucho tiempo.
Sabella es un tipo estudioso, no sólo del aspecto futbolístico sino del social y las relaciones humanas, dueño de un criterio de evaluación que le sirve para no quedar enroscado en las polémicas que surgen en el campo minado por periodistas y dirigentes en las cercanías de un puesto equivalente a un ministerio, por lo menos mientras los ministerios eran importantes.
Sabella es un tipo humilde, su perfil bajo no conquista multitudes a primera vista, pero genera incondicionalidad con el tiempo. No se subió al pedestal de gloria sublime que separó para siempre a un Passarella o un Maradona del resto de los mortales, y estará delante de sus jugadores sólo en la foto de la derrota.
Sabella no es un tipo carismático. Con el carisma se arenga, pero siempre se conducirá con el conocimiento. Sabella no es un tipo veleidoso, por lo tanto no disputará las luces de los flashes con el ídolo de turno y reafirmará el apoyo para aquellos que le generan confianza, brindándoles un elemento que en el fútbol es un bien desprestigiado: continuidad.
Sabella no es un tipo que dividirá las aguas, Sabella no es un tipo revolucionario, pero Sabella es…Sabella. Y para subir a lo más alto necesitará que se alineen los planetas (y las galaxias, porque el mundial es en Brasil). Pero por algo empezamos en la valoración de un tipo distinto, por educado, paciente, estudioso y humilde. Empezamos por hablar de él sin mencionar a Messi en toda la columna.