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El ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof, cortó de cuajo dos especulaciones sobre la actual coyuntura, al negar que se esté pensando en modificar en lo inmediato el Impuesto a las Ganancias y devaluar al ritmo de Brasil, donde el dólar ya superó lostres reales. Veamos.
■ Ganancias: Los gremios del transporte lanzaron un paro de actividades para el próximo martes 31 de marzo (a horas del inicio de la Semana Santa). La medida es respaldada por dirigentes de la oposición, Sergio Massa entre ellos, que adelantaron que de llegar a la Presidencia reducirán el impacto de Ganancias en los sueldos.
Respuesta de Kicillof (en declaraciones a radio La Red): “No puedo bajar un impuesto y dejar los gastos igual. Puedo discutir todo, pero que sea una discusión madura”. La prioridad, dijo, es la defensa del empleo y la atención de los sectores más vulnerables. El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, había descartado el lunes último cambio en el tributo.
Según un informe del IARAF (Nadín Argañaraz), la actual estructura del impuesto –no se modifica desde mediados de 2013- se apropiará de un tercio de los aumentos que consigan los trabajadores en las paritarias, si éstos superan el 30%.
■ Dólar: los sectores industriales muestran su preocupación por la fuerte devaluación del real en Brasil, lo que le quita competitividad a las exportaciones argentinas. El 76% de las ventas de automóviles al extranjero se dirigen hacia el país vecino; el 20% del total de las exportaciones del país se concentra en Brasil.
Respuesta de Kicillof: “Si Brasil devalúa violentamente, la Argentina tiene que evitar la inestabilidad y lo puede hacer. En el mundo, hay un enorme terremoto económico, cambiario y financiero, pero éste es un gobierno que cada vez que hay problemas internacionales, ha tratado de fortificar la economía nacional para que la eventualidad no replique adentro, o por lo menos que sea con la menor violencia posible”.
Con su respuesta, el titular de Economía parece no reconocer los problemas de la economía argentina a partir de un déficit que genera emisión, ésta alienta una mayor demanda. La suba de precios con un dólar oficial prácticamente quieto –en relación a un año atrás se corrigió sólo 11,1% (la inflación oficial; la de las consultoras privadas fue al menos el triple-, genera atraso cambiario y pérdida de competitividad. Las exportaciones cayeron 18% en enero.