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Por Marcelo Capello. La administración de Cristina Fernández de Kirchner llega a su fin en diciembre próximo; hora de inventario y balance. En materia económica, resultará bastante más cargado el inventario de herencias negativas, entre las que pueden citarse:
■ Déficit fiscal: en 2014 terminó en 2,7% del PIB (primario), cuando había alcanzado un superávit de 2,5% en 2007.
■ Gasto en subsidios económicos (energía, agua, transporte, etcétera): es la principal causa del déficit fiscal. Este gasto ascendió hasta 5,2% del PIB en 2014, cuando era menor al 1% a comienzos de milenio.
■ Empleo público: pasó de representar el 6% de la población activa a comienzos de 2000 a 7,1% en 2014.
■ Re-centralización fiscal: existió fuerte pérdida de participación de las transferencias automáticas a provincias en el total de recursos tributarios nacionales.
■ Reservas del BCRA: representaban 14% del PIB en 2007, y terminaron 2014 en 6% del PIB, aun con la ayuda de préstamos de corto plazo al BCRA.
■ Cepo cambiario: actualmente genera una brecha cambiaria del orden del 50%.
■ Deuda pública: ascendió a 46% del PIB a fines de 2014, similar guarismo al que existía en el año 2000.
■ Competitividad: compleja situación, tanto en materia cambiaria (el tipo de cambio real con el dólar a fines de 2014 resulta igual al que existía en 2001), como la estructural (Argentina retrocedió 55 posiciones en los últimos 13 años en el ranking de competitividad del World Economic Forum, WEF).
■ Presión tributaria: pasó de 18% del PIB en 2001 a 36% en 2014.
■ Energía: pérdida del autoabastecimiento. Se pasó de un superávit comercial en energía de 4,1 mil millones de dólares en 2007 a un déficit de 6,5 mil millones en 2014.
■ Tarifas netas (después de subsidios): marcado atraso de lo que se paga por la electricidad, gas y transporte, especialmente en el Gran Buenos Aires.
■ Corrupción y Calidad Instucional: entre 2001 y 2014, Argentina empeoró 50 posiciones en el índice que la mide, y nada menos que 82 posiciones en el índice de calidad institucional.
El nuevo gobierno tendrá que devolver credibilidad al INDEC, arreglar el conflicto con los holdouts por la deuda, disminuir los conflictos comerciales con el mundo y responder ante las sanciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), así como posiblemente rediseñar sus políticas de alineamiento en el contexto internacional.