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Las tormentas, sumadas las inundaciones que pueden provocar en ciertas zonas, son el mayor temor de los políticos. Tanto como las protestas sociales. Siempre provocan daños y, en algunos casos, como sucedió ayer en el conurbano bonaerense, hay que lamentar la pérdida de vidas humanas.
Los políticos de cualquier ideología y de cualquier país, temen a esos desastres. Veamos:
Macri y Scioli. El jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos, en especial, y el gobernador de la provincia Buenos Aires fueron ayer el centro de las críticas por la falta de obras que permitan canalizar las lluvias y evitar desastres. En la capital argentina, los más afectados fueron los sectores comerciales, en tanto el partido de La Matanza sufrió los peores daños materiales.
El Gobierno macrista se defendió señalando que la administración de Cristina Kirchner no autorizó créditos internacionales que hubieran podido realizar las obras que demanda la sociedad.
De la Sota. El gobernador de Córdoba es criticado por la oposición y por organizaciones intermedias por la falta del envío de fondos a los consorcios canaleros, que hubieran podido aliviar las inundaciones en la zona este y sudeste de la provincia.
Juez y Mestre conocen los impactos de los desastres naturales. El ex intendente apenas se había sentado en su despacho cuando un tornado afectó al popular asentamiento de barrio La Tela, que tardó en recuperarse. El 31 de enero último, un tornado afectó gran parte de la ciudad de Córdoba. Mestre había asumido el 10 de diciembre de 2011.
Obama y Romney. El presidente y su oponente suspendieron sus respectivas campañas con vistas a las elecciones del próximo martes 6/11 por los efectos del huracán Sandy. El desastre -ya hay más de 15 muertos- afectará más al actual mandatario, que busca la reelección.