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La sesión especial convocada por el kirchnerismo y sectores de la oposición fracasó en la Cámara de Diputados. El proyecto -que congela por 180 días las cesantías o establece una doble indemnización- es ahora una incógnita, ya que el sector de Sergio Massa insiste con una iniciativa propia. ¿Qué hará el kirchnerismo?
Massa propone que, además de esos elementos, se contemple el empleo juvenil y el trabajo en las pequeñas y medianas empresas. Podría actuar de árbitro entre la posición extrema del kirchnerismo (defiende el proyecto sin cambios, que establece la emergencia ocupacional) y la del macrismo, que rechaza esa iniciativa.
El tema comenzará a resolverse en las próximas horas, antes de la sesión ordinaria de Diputados, prevista para el próximo miércoles.
Nicolás Massot, jefe de la bancada del PRO en la Cámara Baja, sostuvo -en el programa Juan al Medio de Radio Continental Córdoba– que su sector está dispuesto a acompañar ciertos aspectos del proyecto de Massa, pero que no votará la emergencia ocupacional.
De ser sancionado, ese artículo sería vetado por el presidente Mauricio Macri, como ratificó ayer el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
El empleo privado formal en el primer trimestre sólo disminuyó 0,6%, según datos oficiales. La iniciativa auspiciada por el kirchnerismo, sectores del peronismo y la izquierda busca cargarle un costo político a la política económica del gobierno de Macri.
Según el Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE), del Ministerio de Trabajo de la Nación, entre noviembre de 2015 y febrero de 2016 el resultado neto de puestos de trabajo fue la pérdida de 41.579 posiciones, ya que si bien se perdieron unos 80 mil empleos, se crearon 36.309. Los mayores recortes se verificaron en la construcción (con una caída de 42 mil puestos) por el freno de la obra pública y privada, que cayó 6,8% en el primer trimestre de 2016.
El análisis fue realizado por el economista Diego Dequino, titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
Dequino (foto) sostuvo que existe «una sobre reacción sobre el tema», ya que la situación no puede compararse con la emergencia ocupacional que se dispuso en 2002, cuando el desempleo afectaba al 19,7% de la población ni con 2007, cuando alcanzaba al 8,45 de los trabajadores en actividad.
“Sería prudente esperar antes que imponer al mercado laboral una restricción que pueda entorpecer de forma innecesaria su funcionamiento. Al mismos tiempo, sería importante promover la creación de nuevos empleos, luchar contra la informalidad y desarrollar nuevas inversiones, cuestiones que el proyecto de ley no considera”, sentenció Dequino en su presentación en el segundo ciclo de coyuntura de la entidad.