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Por Rosa Bertino (Periodista especializada en temas de Espectáculos). Hace un par de años, una maestra de barrio Los Filtros nos espetó lo siguiente: “Yo puedo dar educación sexual … lo que no puedo es luchar contra las fantasías que Patito feo les mete a los chicos en la cabeza”.
Pobre diabla, estaba harta de que el ministro, la prensa, los “opinadores” de turno y hasta el quiosquero la hicieran responsable de la maternidad precoz, los abusos y otras estadísticas que en ese barrio pican en punta.
Tampoco nosotros teníamos ni tenemos respuesta a la pregunta: ¿qué hacer frente a esos productos masivos y de “venta libre”, si tenemos democracia y pleno ejercicio de las instituciones?
Pues aquí usted se quedó pensando, ¿qué instituciones? Ese es, el talón de Aquiles de “este país”, como decía María Elena Walsh, las instituciones intermedias no funcionan, están quietas o no tienen peso. La propia Sociedad de Pediatría se ha cansado de mandar cartas a diarios y organismos, pidiendo que alguien vigile los envíos dirigidos al público infantojuvenil. “Para eso están los padres”, responde invariablemente la corporación mediática, sabiendo que los padres de hoy están fuera de casa y los chicos quedan “al cuidado” de la tele o la compu.
Así tenemos toda una generación que creció junto con Patito feo, aquella telenovela de la chica con trenzas, anteojos y brackets que lideraba la barrita de “las populares” versus “las divinas”. Laura Esquivel, que encarnó a la heroína, “feucha y buena”, nunca alcanzó la fama de “la linda y mala”, protagonizada por Brenda Asnicar (foto). Toda una moraleja. La mitad más uno de la púber argentina y latinoamericana ha querido ser tan sexy y trepadora como Annabella. Sus artimañas eróticas y sociales hicieron escuela. La peorcita.
En la vida real, Asnicar es la veinteañera que intentó quedarse con Carlitos Tévez, pero éste volvió con su mujer e hijas. Por suerte, la vida juega su propio juego. Sin embargo, a Asnicar no le falta talento, ni empeño. Se radicó temporalmente en Miami, donde protagoniza una telenovela para el mismo target. Es decir, para aquellos que tenían 12 ó 13 años y ahora tienen arriba de 18. ¿Cuál puede ser el argumento? Pues es la historia de una aspirante a actriz, que para hacerse famosa difunde un video hot por Youtube. Todo parecido con la realidad (Silvina Luna, Pamela David, Nicole Neuman, Wanda Nara), no es coincidencia.
Otro capítulo de la misma mala educación, esa que no se corrige en las aulas.