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Por Claudio Fantini. La llegada de Evo Morales en condición de refugiado generó sorpresa y ciertos interrogantes, a pesar de que, aún antes de asumir la presidencia, Alberto Fernández le había ofrecido asilo en la Argentina. La sorpresa se debe a lo inesperado. Repasemos por qué dejó México y, tras estar en Cuba, se refugió en nuestro país.
En México, tanto el ex presidente como el mandatario azteca, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), habían puesto en escena la radicación del boliviano en ese país. Continuar su exilio en la Argentina había sido una posibilidad a evaluar en el mediano plazo, pero no algo inminente.
Sin embargo, tras un también sorpresivo viaje a Cuba, Morales llega a la Argentina para quedarse.
Las primeras lecturas que imponen estos movimientos no anunciados, son las siguientes: por un lado, está claro que Evo Morales tiene razones para acogerse al Estatuto de Refugiados firmado en 1951 y luego ratificado por 145 naciones.
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Amén de su responsabilidad en las maniobras fraudulentas que estropearon la última elección presidencial y, por ende, también del caos que estalló a continuación como consecuencia del desastre en los comicios, en el marco de la violencia desatada se perpetró un golpe de Estado que terminó dejando el poder indirectamente en manos de la dirigencia extremista que impuso a Jeanine Áñez como presidenta.
Los niveles de violencia alcanzado por la dirigencia que desplazó a la oposición moderada del escenario político, sumadas las amenazas contra la vida del ex presidente, justifican que un país lo reciba como refugiado.
Como asilado podría tener más restricciones, pero como refugiado, Evo Morales podrá hablar de política y dirigir la campaña electoral del MAS, aunque si lo hace pondría en aprietos al gobierno anfitrión y a su propia condición de refugiado.
Pero hay otra lectura de este arribo sin anuncio previo que justifica ciertas sospechas. En México se anunció que se quedaba allí, luego viajó a Cuba en forma inesperada y, a continuación, Evo Morales sorprende a los argentinos con su llegada y radicación en nuestro país.
¿Por qué cada movimiento se realiza de manera sorpresiva? ¿Cuál es la razón de semejante misterio?
Es en Cuba donde parecen planificarse y decidirse muchas de las acciones y estrategias que aplican gobiernos, dirigencias y líderes de los países de la región que adhieren a ese régimen.
De tal modo, se justifica la impresión de que el régimen cubano es el que envió al ex mandatario boliviano a la Argentina, moviendo sus fichas en el tablero estratégico.
Que la Argentina pueda ser un casillero en ese tablero, resulta más que inquietante.