Por Juan Turello. Argentina vive una experiencia única de aislamiento que no conoció ni aun en la Segunda Guerra Mundial, por los efectos de la pandemia del coronavirus. La pandemia también es económica, señala mi nota en La Voz. El aislamiento se extenderá por 12 días, pero no sería el único, con consecuencias sociales y económicas hoy inmensurables.

Es la peor pandemia después de la segunda guerra mundial, con resultados sociales y económicos aún imprevisibles | Foto: perfil.com

En las últimas semanas, los principales activos perdieron más del 20% de valor, aunque en las dos últimas jornadas se insinuó una recuperación por las buenas noticias en China. En medio del descalabro, el ministro Martín Guzmán aprovechó para hacer conocer la oferta de pago de la deuda, con apoyo del Fondo Monetario.

Analistas e investigadores económicos prevén que cada día de parálisis podría costar unos mil millones de dólares en la generación bruta de riqueza y hasta dos mil millones de dólares por la transacción de esos bienes y servicios por empresas y familias. Hay cálculos más alarmistas.

La economía retrocederá varios escalones a partir de la caída ya prevista de 1,3%. El producto interno bruto (PIB) retrocedió 2,6% en 2018 y habría caído 2,4% en 2019 (aún no hay cifras oficiales). La recesión incluirá tres años consecutivos en un contexto de virtual default y alta inflación.

El panorama es preocupante. El 20% de los comercios de la ciudad de Córdoba cerró sus puertas; la industria trabaja al 55% de su capacidad, mientras el sector metalúrgico y las pequeñas y medianas empresas reclaman auxilio financiero y perdón fiscal para pagar sueldos y sostener la actividad.

“El viernes 20, la industria debió pagar la primera quincena, además de que el 1° de abril deberá atender el pago de los cheques girados, todo en un contexto de parálisis”, se sincera Marcelo Uribarren, titular de la Unión Industrial de Córdoba.

Los desafíos: el pago de salarios e impuestos, y la situación de los informales. ¿Volverán los bonos provinciales y municipales?

“Estamos en una economía de guerra”, señala Gisela Veritier, flamante directora del ICDA de la Universidad Católica de Córdoba. Advierte que la menor actividad afectará la recaudación impositiva. “No hay que descartar que provincias o municipios puedan acudir a cuasimonedas (bonos) si no hay auxilio del Tesoro Nacional, que es el que emite moneda”, agrega.

La preocupación de las autoridades es evitar el contagio social del coronavirus, que tornaría inmanejable la situación sanitaria, como sucedió en Italia, donde los médicos -por momentos- debían optar entre quiénes debían vivir o morir.

Pandemia, el aislamiento debe ser acatado

Por debajo, la economía está incubando una situación crítica para asalariados informales (“en negro”, como se los identifica), monotributistas y cuentapropistas que se desempeñan en los servicios. Habría 9,4 millones de trabajadores afectados.

A fines del tercer trimestre de 2019, 169 mil cordobeses tenían problemas de empleo, entre desocupados y subocupados que querían trabajar más horas. El 38% de los asalariados del Gran Córdoba (Capital, Villa Allende y Saldán) no estaba registrado, según el Indec. No hubo una mejora sustancial en los últimos meses.

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A priori, los sectores que experimentarán una fuerte caída de la demanda o deberán acatar la paralización ordenada por el Gobierno son el transporte aéreo, el terrestre y el ferroviario, los espectáculos y los deportes en todos sus niveles, la recreación, los hoteles y los diversos tipos de alojamientos, restaurantes y bares, además del comercio minorista.

Por contrapartida, el campo, la producción de alimentos, de medicamentos, de combustibles y de energía mantendrán sus niveles o incrementarán su actividad.

“A la larga, el impacto en la economía también tiene un impacto en la salud de la población”, apunta el consultor Guillermo Oliveto, para señalar la simbiosis que existe entre ambas pandemias.

Juan Turello

Periodista. Escribe en Turello.com.ar y participa en Los Turello (Canal C, Córdoba). Columnista económico en el diario La Voz del Interior y en el programa "Pura Verdad" (Radio Pulxo, 95.1). Realizó coberturas en el país y en el exterior. Jugó al fútbol; ahora practica golf.