Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Juan Turello. Los consumidores no saben cuánto y cuándo deberán pagar la factura del gas natural. Las familias y empresas tampoco tienen certezas en qué fecha comenzará la recuperación de la economía. La luz al final del túnel se visualiza ahora para los últimos meses de este año o en el primer trimestre de 2017, señala mi nota en La Voz del Interior.
El ministro Alfonso Prat-Gay acaba de reconocer que la meta de 25% de inflación anual se alcanzará en los meses iniciales del año próximo. Un mal dato: la inflación core (la suba de precios sin los factores estacionales ni servicios regulados) alcanzó al 3% en junio. En mayo, fue de 2,7.
Ésa sería la razón por la cual el Banco Central decidió mantener la tasa de las Lebac a 35 días en 30,25%. “No van a poder bajarla mucho más, si el déficit fiscal estará por encima de los cuatro puntos del producto bruto”, se sincera el vicepresidente de una entidad financiera que sigue con preocupación la opción plazo fijo o dólar. “El Banco Central se equivocó en abrir demasiado el ingreso de capitales; vienen dólares, se canjean por pesos, los colocan en las Lebac y compran dólar futuro para asegurarse el retorno del capital”, explicó al aludir a la bicicleta que estarían practicando capitales golondrinas.
“Hasta ahora, son las únicas inversiones que llegaron”, completa otro analista al evaluar la demora en las inversiones, que el presidente Mauricio Macri clama –casi a diario- a los empresarios.
“Todas las decisiones sobre los factores de la producción están demorados”, apunta José Simonella, titular del Consejo Profesional de Ciencias Económicas. Y se pregunta: ¿cuál será el precio de la energía? ¿La política tributaria para 2017? ¿Qué pasará con la inflación? ¿Y los salarios? “Sin esas definiciones, el capital privado no se decidirá a invertir, agrega.
El tarifazo desgastó a Macri, que nunca explicó por qué necesitaba aplicar un fuerte aumento de la luz y el gas. La energía es escasa. La importación sin límites agrandaba el agujero fiscal. Debieron explicarlo mejor.
El campo tiene buenas perspectivas, pero el resultado de la campaña de granos finos recién se conocerá a fines de este año; la de la soja, entre abril y mayo de 2017. El Gobierno nacional apuró la licitación de 1.900 proyectos de obra pública para poner la rueda en marcha. El Banco de Córdoba promete dar créditos por 1.500 millones en el corto plazo.
“Argentina no se va a salvar si no se recupera Brasil”, advierten las empresas que exportan.
El déficit fiscal de los últimos 12 meses era a mayo último de 244 mil millones de pesos, levemente superior a los casi 241 millones de 2015. “El gasto público no va a bajar en el corto plazo. La combinación de inflación con estancamiento económico potencian el ‘efecto recesivo’”, dice la economista Mary Acosta.
El Gobierno espera mejorar la salud de las cuentas con un ingreso superior a los 40 mil millones de dólares por el blanqueo de capitales. Las inmobiliarias creen que una parte importante se destinará a la compra de inmuebles –en especial, usados (tienen escritura)- para evitar que esos fondos se inmovilicen entre 3 y 7 años en los bonos que ofrece el Estado.
Por ahora, la rueda se mueve muy lentamente. La incertidumbre golpea el ánimo de las familias y los trabajadores. Todos esperan algo mejor en el mediano plazo.