Por Nicole Turello. En Los Turello analizamos el fenómeno de la película Barbie. La lucha por la paridad de género y el conflicto en torno al estereotipo rosa. “La muñeca es una rebelión a un disconformidad de un mundo manejado por hombres”, resaltó la psicóloga y coach, Clara Naum.
La película sobre el icónico juguete de Mattel se transformó en un éxito rotundo, con 270 mil espectadores solamente en el día de su estreno. También, se convirtió en el segundo film más taquillero de la historia de Warner, después de The Joker.
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Sin embargo, el estereotipo que acarrea la muñeca y el “furor rosa” que se desató pusieron en discusión la pelea de las mujeres y también la construcción de una imagen socialmente admitida.
“En realidad es un mensaje sobre los roles que han venido funcionando por tantos años. Barbie sale en el mercado en 1959 y es una rebelión a un disconformismo de un mundo manejado por hombres y donde la mujer no podía hacer lo que quería”, explicó Clara Naum.
La psicóloga radicada en Los Ángeles explica que el mensaje original fue proponerle a las más chicas de que podían hacer todo lo que se propusieran: estudiar, trabajar, ser madres y no depender de su pareja para comprarse un auto o una casa.
En la película las Barbies viven en un mundo que es un “matriarcado”, esto quiere decir que sus autoridades políticas, de seguridad y artísticas son mujeres; y Ken es un simple acompañante.
“Tiene una identidad de me autoabastezco, puedo hacer lo que quiero. Pero ponen al hombre en un rol inferior”, opinó la especialista. Según Naum, el debate está en el juego de roles, pero no debería haber un género superior o inferior al otro.
“Barbie trae una crisis existencialista. El mensaje debería de ser de aceptación”, agregó.
Más allá de la discusión sobre el argumento y la narrativa de la película, la figura de Barbie encarnada en Margot Robbie también generó posturas a favor y en contra.
“El problema es cuando un gran porcentaje de mujeres se compara con esa imagen de perfección. Todos esos simbolismos y la comparación de un mundo irreal, sigue trayendo esa comparación permanente. De ser algo que no soy, irreal”, señaló Clara.
La especialista reforzó el mensaje de ser “reales y auténticos” y puntualizó que “la imagen va más allá” de lo que debemos proponernos como personas.