Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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La madrugada del lunes 19 de enero fue la más agitadas de 2015 al confirmarse la muerte del fiscal Alberto Nisman (51 años), cuya denuncia por «encubrimiento» involucraba a Cristina Kirchner, Héctor Timerman, Luis D’Ellia, Andrés Larroque y Fernando Esteche en la causa AMIA. Su cuerpo habría sido encontrado en la bañera de su departamento, ubicado en la torre Le Parc (Barrio Puerto Madero).
La fiscal Viviana Fein, el secretario de Seguridad de la Nación –Sergio Berni– y el Jefe de la Policía Federal –Román di Santo– se hicieron presente durante el fuerte operativo que se montó en el lugar del hecho. Berni llegó primero que la fiscal.
Fein, escueta en sus declaraciones, dijo que los restos fueron encontrados por su madre. Además confirmó que del lugar del hecho se secuestró un revolver calibre 22 y documentación para peritar. Esta última, correspondía a la presentación que Nisman iba a realizar en el Congreso de la Nación ampliando los fundamentos de su denuncia.
La causa: Viviana Fein dijo que, pese a que el decano del cuerpo médico forenese aseguró que no hubo intervención de terceras personas, no descarta ninguna hipótesis, inclusive la de un suicidio inducido. Fein confirmó que Nisman murió por el disparo de una arma de fuego en la sien de su parietal derecho. El proyectil quedó alojado en la masa encefálica y la vaina encontrada corresponde a una arma calibre 22 que Nisman le habría pedido prestado a uno de sus custodios. Se presume que el hecho se habría producido a las 15 horas del día domingo. No se encontró una carta de suicidio.
Días atrás, Nisman le había manifestado a una cronista de Clarín «yo puedo salir muerto de esto«.
La reacción de la oposición: varios representantes coincidieron en que se debe proteger al equipo que trabajó en la investigación con Nisman para que pueda prosperar la causa y que la justicia debe actuar con celeridad. Adrián Pérez -diputado del Frente Renovador- expresó su deseo: «espero que no haya impunidad«.
La reacción oficial: por la mañana, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich se limitó a leer un comunicado de prensa basándose en la información publicada por el Ministerio de Seguridad. No respondió preguntas y pidió por el esclarecimiento del hecho. Por otro lado, Timerman llegó a Nueva York y no quiso formular declaraciones.
Por la tarde, los diputados oficialistas Julián Dominguez y Juliana Di Tulio llevaron adelante una conferencia de prensa en la cual plantearon que aún existen reductos mafiosos en la Argentina apuntando a ciertos sectores de inteligencia. Por la noche, Cristina Kirchner publicó una carta en su página de Facebook donde planteó varios interrogantes sobre el accionar del fiscal Nisman en los últimos días, entre otros cuestionamientos.
La reacción en las redes sociales, en las plazas y el mundo: antes de que los medios confirmaran la noticia los rumores sobre la muerte de Nisman empezaron a circular por estos canales y rápidamente se propagaron miles de opiniones. A la noche hubo multitudinarias marchas en diveros puntos del país, auto convocadas por las redes sociales. Varios medios internacionales se hicieron eco de la noticia incluyéndola en sus portadas online.
La muerte de Nisman deja varios frentes abiertos en una investigación que supone una gravedad institucional inusitada.■
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