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Por Sebastián Turello. Dante Sica -director de Abeceb- y Alfredo Blanco -economista- acapararon gran parte de la atención en la jornada del 8° Coloquio de la UIC. Sica advirtió sobre el impacto de China y Brasil en la economía de Argentina, mientras que Blanco acudió a la imagen del carrusel para explicar su lógica.
Final de 2015 y agenda 2016: «El cierre de 2015 va ser más volátil en materia económica debido a la incertidumbre política. Esto se va expresar en tensiones del tipo de cambio paralelo. En lugar de corregir esta variable, el Gobierno reprime y controla. A fin de año vamos a terminar con una economía estancada, en la que los problemas de competitividad y de distorsión de precios relativos van a ser más agudos. Ésa es la agenda que tiene la próxima administración. Si no corrige y estabiliza la macro, es muy difícil que vuelva a recuperar la fuente de crecimiento que es la inversión privada. No hay una micro exitosa en una macro desordenada».
Tormenta «verde-amarela»: «Brasil tiene la tormenta perfecta por las crisis que vive en materia económica, política (corrupción) e hídrica (problemas energéticos). Si no estabiliza la política, será muy difícil que la economía surja. Este año va caer aproximadamente dos puntos. Como está devaluando, genera una brecha de competitividad. ¿Cómo afecta a la Argentina? Si Brasil no crece, no le vendemos. Si la Argentina no toma nota cómo devalúa el resto de las monedas frente al dólar y seguimos apreciando el tipo de cambio, la brecha de competitividad se agranda. ¿Eso que significa? Hacer el Fiat Siena en Brasil es más barato que en la Argentina. Por lo tanto, a la planta de Córdoba le será difícil exportar, aunque la economía crezca».
El yin y yang chino: «China, por una lado es bueno porque le compra y le financia a la Argentina, pero, por el otro lado, tiene una oferta de productos competitivos con el sector industrial de nuestro país. El mercado en el cual se debería dirigir nuestra industria debería ser América Latina, ya que tienen menos restricciones que Europa. El problema es que estos mercados están siendo desafiados por productos chinos de alta calidad y bajo costo. Si Argentina no mejora su competitividad le va costar exportar a la región».
Alfredo Blanco planteó que la economía argentina sigue la lógica del carrusel: «da la impresión que siempre estamos comenzando de nuevo». Bajo esa premisa, sostuvo que la cantidad de elecciones hacen ruido en la economía. De hecho, «de los 40 domingos que tiene 2015, en 20 hay elecciones», graficó Blanco.
Más allá de la incertidumbre política que esto genera, el economista sostuvo que hay una certeza: «vamos a una nueva etapa independiente de los actores». A nivel macro, pidió atender los tres lados del triángulo que aprietan a la macro: problemas fiscales, restricciones externas y la inflación (en la base). Para Blanco esta última, es el Minotauro del laberinto económico argentino que se come el poder de compra, la rentabilidad de los actores, entre otras otras variables.