El segundo debate presidencial mostró un tono más intenso y fuerte entre los cinco candidatos, en el que recuperó protagonismo Patricia Bullrich, luego del espacio ganado por Javier Milei y Sergio Massa en la anterior presentación.
Juan Schiaretti, volvió a mostrar su conocimiento de la gestión pública, pero una vez más se excedió en las citas sobre lo logrado en Córdoba, mientras que Myriam Bregman -la única candidata que no se solidarizó con Israel- abusó del mensaje «a los trabajadores» y de las críticas al «FMI», citado en todos los problemas.
A continuación, un perfil de cómo lucieron los candidatos.
Javier Milei volvió a mostrarse como el candidato más fundado en la teoría económica, para criticar al Gobierno nacional, tanto en trabajo, como en seguridad. Cuestionó las afirmaciones de Massa y de Bregman, aunque aquí el candidato del oficialismo le recordó que estaba exhibiendo su lado autoritario.
Patricia Bullrich: mejor atacando, que defendiendo. Lució más sólida y con más críticas en relación con el debate anterior. Atacó más veces al candidato del oficialismo y a Milei. Denunció corrupción en las importaciones (habló de “tongolini”). A veces, en la vehemencia por criticar al kirchnerismo, se trabó en su exposición.
Sergio Massa: por momentos, aprovechó su rol como ministro de Economía y, en otras ocasiones, apareció como un candidato que, con sus propuestas, no pertenece a este Gobierno. Lució al cuestionar las críticas de Milei a Bregman, como violencia hacia una mujer. Estuvo a la defensiva en los temas de corrupción y de la mala performance económica, que le achacaron sus rivales.
Juan Schiaretti mostró conocimiento de cómo funciona el Estado, y cuestionó las políticas de Massa, en especial con respecto al campo. Se lució en la propuesta de cómo mejorar la seguridad. Volvió a usar en varias ocasiones el ejemplo de lo que hizo en Córdoba.
Myriam Bregman: insistió con el discurso de izquierda, con el exceso de apelación a la frase “trabajadores”, pero con pocas propuestas concretas sobre cómo salir de la crisis. Otra vez, fue pícara en las preguntas y respuestas. También se excedió en el uso de la palabra “FMI”, a quien culpó de todos los problemas que padece la Argentina y el capitalismo en el mundo.
En resumidas líneas, no hubo un ganador en forma contundente.
La elección presidencial será el 22 de octubre y, si no hay ganador en primera vuelta, la segunda votación entre los más votados será el 19 de noviembre. En ese caso, el debate entre los dos candidatos que más votos lograron se realizará el 12 de noviembre.