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Los datos no dejan de asombrar: decenas de desaparecidos y muertos (anoche sumaban 48, en un trágico conteo horario), miles de evacuados, cientos de miles damnificados en su vivienda o en su automóvil particular, pérdidas millonarias en la actividad económica (CAME las calculó en 530 millones de pesos) , etcétera, todo lo cual pone a la clase política bajo la lupa de la sociedad por las trágicas inundaciones.
¿Desidia, impericia, ineficacia, corrupción? Los sustantivos sobrevuelan a la hora de encontrar las razones de por qué se produjo semejante número de muertes en la ciudad de La Plata y sus alrededores, las que se suman a las 8 víctimas registradas el martes último por un fenómeno similar en la Capital Federal y su entorno.
La clase política está bajo la lupa porque luego de «una década ganada» en crecimiento e inclusión social, con una presión tributaria récord y una recaudación nacional que superó los 800 mil millones de pesos en 2012, no se explica adónde se aplicaron esos recursos para evitar que un fenómeno natural (como lo describió Daniel Scioli, en Twitter: @DanielScioli), provocara semejante número de víctimas y de daños materiales.
Galería de fotos en HD de Clarín sobre las inundaciones en Capital Federal y La Plata
Capital Federal <clic sobre la imagen para ir a la galería de fotos en HD>
La Plata <clic sobre la imagen para ir a la galería de fotos en HD>
Algunas de las explicaciones apuntan:
■ Fuerte crecimiento inmobiliario: las grandes ciudades se expandieron sin planificación, lo que restó tierras y espacios verdes para la absorción de las aguas.
■ Construcción de megaemprendimientos: (shoppings, Tecnopólis) sin estudios del impacto ambiental o sin obras complementarias para las grandes emergencias hídricas.
■ Falta de obras de infraestructura básica: para canalizar los torrentes de agua en caso de lluvias excepcionales. Sobre este tema polemizan funcionarios nacionales y de las provincias, ya que algunos distritos se quejan de que no reciben los avales de la Nación para endeudarse con organismos internacionales que financiarían las grandes obras.
■ Falta de desagües adecuados.
■ Taponamiento de los desagües: por desidia oficial y por irresponsabilidad de los vecinos que arrojan gran cantidad de plásticos y escombros a las colectoras.
Como sucedió con la tragedia de Once, donde murieron 51 personas, se sospecha que la inacción oficial y la corrupción en el uso de los dineros públicos castigó a cientos de miles de vecinos.
Los más dañados en cuanto a su imagen por los sucesos son Cristina Kirchner (@CFKArgentina), aunque en esta ocasión -a diferencia de Once- se mostró al lado de la gente en Tolosa y barrio Mitre, donde fue criticada por los vecinos y «protegida» por La Cámpora; Daniel Scioli, Mauricio Macri (@Mauricio Macri) y Pablo Bruera (@Pablo Bruera), intendente de La Plata, quien había informado por Twitter que el martes por la noche estuvo ayudando a los inundados cuando en realidad estaba aún en Brasil (en la foto Casal, Scioli, Bruera y Berni, con el tweet borrado, según al reproducción de www.perfil.com).
Más que nunca, la lupa se posó sobre la clase política.
¿Cuál es tu opinión sobre este tema? ¿Quiénes son los responsables de estas tragedias?
Dejanos tu opinión.
Gustavo
Publicado: 04/04/2013Los cuatros calificativos de la nota son contundentes para hacer una síntesis de las causas y consecuencias de las trágicas inundaciones en la Ciudad de La Plata (Capital de la Provincia de Buenos Aires), hace más de un año que el Gobierno Nacional le cortó los víveres a las urgencias económicas de todas las gobernaciones (no alineadas a los caprichos presidencialistas) como Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, San Luis y Santa Cruz. Las consecuencias no se hicieron esperar, como si se hubiera producido otro desastre al estilo "tragedia de Once" esta vez le tocó a la ciudad natal de la primera dama, y las consecuencias fueron más allá de las desgraciadas muertes de fenómenos metereológicos que muy seguidos nos tiene acostumbrado el clima. Esta vez como un tsunami, algo imprevisto pero devastador como el meteoro que afectó la capital bonaerense, vislumbró la desidia de una clase política autista de las verdaderas necesidades de la gente. A esta clase política le hace falta un sacudón sin miramientos al color y a la ideología para que reaccionen de una bendita vez. No puede ser que estemos inmersos y sometidos a caprichos dictatoriales que parecerían no desprenderse de los espíritus de algunos "personajes" que nos gobiernan. Fueron elegidos para gobernar no para tratarnos como ciudadanos de segunda por culpa de las indisimulables apetencias de poder. El 18A tenemos una nueva oportunidad en salir a la calle a pedir por la normalización institucional de esta Argentina vapuleada por unos insensatos que cooptaron el poder y la voluntad de los argentinos.-