Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Juan Turello. Aunque toda autoridad siempre trate de generar expectativas positivas, los contrastes entre el discurso del Gobierno nacional y la realidad son notables, en especial en el campo de la economía, señala mi nota en La Voz. El último, está vinculado con la extensión de la cuarentena, pese a que las encuestas ya muestran que la mayoría de los argentinos está angustiada por la crisis económica.
El informe del Ministerio de Desarrollo Productivo afirmó que hubo una recuperación en julio en relación con meses previos. “Los signos son mayores a los esperados”, se entusiasmó Matías Kulfas.
Si bien la caída de la actividad fue menor a la registrada a fines del primer semestre, todavía está por debajo de igual mes de 2019. Los números oficiales sugieren que la economía está casi en los niveles previos al aislamiento, que rige desde el 20 de marzo.
En enero último la actividad cayó 2% en relación con igual mes de 2019; en febrero, el retroceso fue de 2,4, y en marzo, de 11,4%, aunque la mitad pueda ser atribuida a la cuarentena, según datos oficiales.
Esto sucedía pese a que el mandato de Alberto Fernández transitaba los primeros meses, con expectativas favorables en la población.
Sin dudas, hay sectores que registran una mayor producción, incluso en relación con el año anterior. Las industrias de alimentos y de productos de limpieza, la fabricación de maquinaria agrícola y ciertos sectores de la industria automotriz, como los vinculados con la producción de camionetas y de cajas de transmisión en Córdoba, tienen una buena performance. A ellos, se suman ciertos núcleos de la actividad minera, con escaso impacto en nuestra provincia, a diferencia de los otros sectores.
El Gobierno responde con medidas sobre la cuarentena, pero la mayoría de la población está angustiada por la crisis económica.
Otras dos fotografías muestran el contraste entre la realidad y los datos oficiales. Una, la gran cantidad de locales cerrados en las principales galerías comerciales de la capital cordobesa. La Cámara de Comercio de Córdoba ya contabilizó el cierre de tres mil establecimientos.
La otra foto: la inactividad persiste en buena parte de las microempresas fabriles. Según la Unión Industrial de Córdoba, tres de cada cinco establecimientos han disminuido su producción en relación con un año atrás, en algunos casos, con caídas superiores al 50%. Son las microindustrias que facturan menos de 34 millones de pesos al año.
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El Observatorio de Economía Política de la Universidad de Buenos Aires detectó que el 60% de las familias del Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) tuvo una pérdida de ingresos en relación con los meses previos a la cuarentena. El dato es similar en el país.
La “inflación núcleo”, que no incluye productos estacionales ni servicios regulados, fue de 2,5% en julio; es decir, 31% más que los precios promedios, que subieron 1,9. El Gobierno prevé que la inflación anual será menor al 40%; las consultoras privadas opinan que estará por encima de esa cifra.
La inflación irá en aumento por el próximo incremento en los combustibles; las tensiones en torno del dólar y el enorme circulante de pesos.
La brecha entre el dólar oficial y los financieros se mantiene en más del 60%. El mes pasado, cuatro millones de personas se inclinaron por el “dólar ahorro” (200 dólares, por mes), cuando a principios de año sólo se registraban unos 500 mil compradores.
Una incógnita es hasta cuándo seguirá el Banco Central aceptando esta operatoria, ya que las reservas líquidas oscilan entre los cinco mil millones y 10 mil millones de dólares, según datos privados. No se conocen cifras oficiales.
Los importadores afirman que no todas las operaciones son autorizadas, por lo que deben acudir al dólar financiero, lo que implica un aumento en los insumos y, por ende, de los productos finales.
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Logrado el acuerdo por la deuda pública, los desafíos para el Gobierno son el manejo de la pandemia; alentar la recuperación para logar un crecimiento sustentable y el control de la inflación.
La supervivencia de miles de puestos de trabajo y de empresas depende de esas respuestas.