Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Juan Turello. La interna de las dos grandes fuerzas políticas -el Frente de Todos y Juntos por el Cambio- gira en torno del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que debería alcanzarse antes del 22 de marzo cuando se produce un vencimiento por 2.900 millones de dólares. Las decisiones de las empresas y de las familias están condicionadas por las características finales del convenio con el FMI, que refinanciará el crédito de 44.500 millones de dólares tomado por Mauricio Macri, señala mi nota en La Voz.
Las ampulosas palabras de Alberto Fernández ante Vladimir Putin y Xi Jinping revelan la necesidad de obtener apoyo económico de Rusia y de China para revertir la actual coyuntura. Si eso sucede, el Presidente imagina una posible reelección.
¿Martín Guzmán trabaja para que Rusia le preste los derechos especiales de giro (DEG) del FMI para reforzar las escuálidas reservas del Banco Central?
La aceleración de la devaluación del peso por parte del Banco Central; la inminente suba de las tasas y la quita de subsidios por 13 mil millones de pesos al transporte de la Ciudad de Buenos Aires; el aumento del 20% en los precios de la electricidad mayorista y del gas natural, son algunas de las pistas del futuro convenio.
La muletilla de que “no habrá un ajuste” por el acuerdo con el FMI es sólo eso: una frase para la tribuna.
Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) sostiene que “sólo el 10% del gasto de la administración pública nacional tiene la flexibilidad” de ser reducido, lo que es insuficiente para alcanzar un déficit fiscal de 2,5%, prometido al FMI.
Aquel porcentaje es la única porción del gasto posible de recortar, sin afectar salarios ni jubilaciones.
“Si nos limitamos a los gastos clasificados como sin rigidez y con fuentes de financiamiento sin afectación, sobre los que el Gobierno tiene mayor margen de acción, estos representan apenas el 9,8% del gasto total”, explicó Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano.
Idesa, por su parte, sostuvo que la reducción del déficit que exige el FMI sería imposible de cumplir. “No es posible crecer con un sector público tan desorganizado”, afirmó.
Las encuestas revelan que una gran mayoría de la sociedad, incluso entre los que votaron a Alberto Fernández, prefiere un acuerdo ante los riesgos que implicaría el primer default de la Argentina con un organismo internacional de crédito.
Pese a las declaraciones a favor del acuerdo, el mercado se mantiene cauteloso ante las dudas que todavía hay en torno al aval del Congreso.
Las dos principales preocupaciones de la sociedad -la inflación y la inseguridad- no figuran en la agenda de prioridades del Gobierno nacional.
Los acuerdos de precios que desvelan a Roberto Feletti son ineficaces y no se cumplen en el interior del país.
La idea de gravar con un impuesto a los departamentos sin ocupación es similar a la expectativa, no cumplida, de que la actual Ley de Alquileres -que él defendió- reduciría el precio para los inquilinos.
Las jubilaciones aumentarán 12,28% desde marzo. Cuando los pasivos cobren ese beneficio, los precios habrán aumentado alrededor del 12%, a un ritmo de 3,5% mensual o más en el primer trimestre.
La canasta básica total para una persona fue de 27.655 pesos en enero, de acuerdo con el Centro de Almaceneros Córdoba. Con una inflación del 3,5% mensual, llegará a 28.633 pesos en febrero y a 29.625 pesos en marzo.
La jubilación mínima -alcanza a dos de cada tres jubilados- será de 32.630 pesos desde marzo. Apenas tres mil pesos por encima de que un adulto mayor caiga en la miseria.
Pese a la recuperación de 2021, los salarios aún están por debajo de los niveles de prepandemia.
Pese a la recuperación de 2021, los salarios aún están por debajo de los niveles de prepandemia. La pérdida es de 3,3% para los del sector público y de 6,7% para los del sector privado y del 7,6% para los informales, según cálculos de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
El debatido acuerdo con el FMI todavía esconde buena parte de las respuestas para saber cómo crecerá la economía.