Señales oscuras que asoman en la Franja de Gaza

Publicado: 15/10/2023 // Comentarios: 0

Por Claudio Fantini. La ONU y la Unión Europea, con el apoyo de Canadá y Estados Unidos, siempre han exigido a Rusia que no bloquee ciudades ucranianas, con el corte de la electricidad y del agua, y la restricción al ingreso de medicamentos y alimentos. Esto, también debería valer para la Franja de Gaza.

El pueblo palestino, atrapado desde el 2007 por un régimen lunático y criminal, conducido por Hamas, no le da la posibilidad de decidir su destino, y lo usa como escudo humano que recibe lo peor de las descargas de Israel cuando es atacada desde la Franja de Gaza.

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Hamas, la historia más reciente

 

El ataque exterminador lanzado por Hamas en el sur de Israel, fue el movimiento táctico. El objetivo estratégico tiene, como eslabón inicial, la abrumadora respuesta israelí y los ríos de sangre que hará correr en el pueblo palestino.

El siguiente eslabón del ataque de Hamas es el desborde del conflicto a países vecinos, comenzando por Líbano y Siria, desde donde realizan ataques el Hezbolá y las milicias proiraníes armadas por la Fuerza Quds.

A medida que crezca el número de víctimas palestinas y la dimensión de la destrucción en Gaza, en El Líbano y en Siria, empezarán a crujir los Pactos de Abraham.

Los históricos acuerdos entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Marruecos, a los que se sumaron los que realizados con Egipto (1979) y con Jordania (1994), suponen reconocer al Estado judío.

Las masacres de civiles israelíes tendrían, según el cálculo de sus ideólogos y estrategas, que impedir también el acuerdo hacia el que avanzaban Israel y Arabia Saudita.

Una familia huye de Gaza, atacada por los misiles israelíes | Foto: pagina12.com.ar/EFE
Israel afirmó que mató a líderes de Hamas en Gaza | Foto: pagina12.com.ar/AFP

 

Gaza, escenario de otra guerra 

 

La de Hamas es una guerra a largo plazo en la que el arma más letal de los ultraislamistas no son los cohetes Kassam, los proyectiles Katiusha y los misiles más potentes y de mayor alcance que reciben de Irán.

Los verdaderos misiles de Hamas son los muertos y la destrucción que sufren los palestinos que habitan el territorio en el que impera, donde tomó el poder en 2007.

En ese territorio, Hamas masacró a los funcionarios y dirigentes de su rival: el partido Al Fatah, de Yasser Arafat y Mahmoud Abbas.

Hamás busca lo que busca el torero al agitar el paño rojo: provocar al toro para que embista contra él.

En las guerras de 1967 y de 1973, ejércitos árabes entraron a Israel a combatir. Fueron guerras legítimas.

Y habría sido una acción legítima de combate si los yihadistas que atacaron las moshavim (aldeas agrícolas), los kibutzim y las ciudades sureñas, en lugar de masacrar civiles hubieran atacado sólo objetivos militares.

Lo que buscó era masacrar civiles y del modo más cruel posible, para que Israel embista contra la Franja de Gaza y produzca las postales de horror, que le darán el triunfo a Hamas en la dimensión de la opinión pública árabe y mundial, que es donde desarrolla su estrategia.

Hamás tiene algo en común con Netanyahu y su gobierno extremista: los dos quieren destruir los acuerdos de paz negociados en Oslo y en virtud de los cuales debe establecerse un Estado palestino, tal como lo establece la resolución de ONU de 1947.

Hamas provocó a Israel con la muerte de civiles y militares | Foto: lanacion.com.ar

 

Contra los acuerdos de Oslo

 

Para el jeque Ahmed Yassin, Israel es el país al que se propuso destruir totalmente.

La secular ANP (Autoridad Nacional Palestina) que también debe ser destruida para que en toda Palestina impere una teocracia, o sea un estado religioso, no secular como el que intenta construir el gobierno de Abbas en Cisjordania y Gaza.

Netanyahu y sus socios fundamentalistas también abjuran de los acuerdos de Oslo y procuran destruirlos, ninguneando a la ANP y plagando Cisjordania de asentamientos de colonos, hasta que el territorio sea inviable para que exista un Estado.

El mejor desenlace de esta guerra infernal y, a la vez, el menos posible, sería la desaparición total de Hamas y la posterior caída del gobierno ultraconservador y expansionista de Netanyahu y sus lunáticos socios.

Los israelíes cierran filas, ahora, para enfrentar al enemigo que los masacró en su propio territorio.

Pero es posible que, pasado este conflicto, vuelvan a las calles a protestar masivamente hasta que caiga el gobierno que preside un demagogo corrupto y sus fanáticos socios, abocados a reemplazar la democracia israelí por una teocracia hebraica.

Politólogo y periodista. Analista político en medios argentinos y del exterior. Profesor y mentor de Ciencia Política en la Universidad Empresarial Siglo 21 (UES21). Autor de varios libros, el último de los cuales es la La Gravedad del Silencio.

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