Por Juan Turello. Cristina Kirchner empieza a ponerle punto final a su gestión, señala el comienzo de mi nota dominical en La Voz del Interior. La devaluación es inevitable, con su impacto en precios. ¿Cómo explicarle a la sociedad que, en líneas generales, cree que la economía tiene problemas, pero que no está tan mal y, a su vez, lograr su apoyo?

Marcos Peña, Susana Malcorra, Alfonso Prat Gay, Federico Sturzenegger frente al desafío de explicar la necesidad de devaluación a la sociedad| Imagen: archivo Turello.com.ar

La combinación de un déficit fiscal récord (300 mil millones de pesos), la expansión del 40% de la base monetaria y un peso sobrevaluado en relación al dólar impactaron negativamente en el balance de ingresos y salidas de divisas (balanza de pagos).

El billete norteamericano no siguió a la inflación; el superávit comercial se redujo a cifras insignificantes y casi no hay inversión extranjera directa. Consecuencias: ciertas exportaciones se hacen a pérdida para mantener mercados, a los importadores se les adeuda entre 6.000 y 8.000 millones de dólares y las economías regionales no pueden vender su producción. Resultado final: las reservas del Banco Central cayeron a 25.754 millones de dólares. “Las divisas disponibles son escasas”, admite el designado ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

Economistas coinciden: la devaluación es inevitable, pero debe ser parte de un plan antiinflacionario, que ponga en caja el rojo en las cuentas públicas y controle la excesiva emisión.

$13,80 es el valor del dólar para fines de diciembre, según prevé Miguel Bein, quien asesoró a Daniel Scioli. En 2014: $14,80; paritarias 28% y similar inflación.

¿Cómo explicarle a la sociedad que, en líneas generales, cree que la economía tiene problemas, pero que no está tan mal? Uno de los desafíos del equipo económico de Mauricio Macri será la “batalla cultural” de la devaluación; cuánto se trasladará a precios y que se hará para proteger salarios y jubilaciones.

Un dólar competitivo para avanzar en un mercado único de cambios supone una suba en los alimentos. Inevitable, más allá de que pueda moderarse después cuando crezca la producción o caigan las ventas.

El consumo creció 0,6% en nueve meses, según Kantar Worldpanel. El rubro bebidas se mantuvo estable, pero cayó 1% la venta de alimentos. El dinero no alcanza.

Comerciantes denunciaron aumento de precios injustificados en harina, conservas, aceite industrial, bolsa de cemento y en hierros, más allá de la suba en combustibles, liderada por la estatal YPF (4,5%), que impacta en los costos de logística.

Miguel Ángel Bein, que asesoró a Daniel Scioli, prevé un dólar a 13,80 pesos a fines de diciembre y de 14,80 para todo 2016; paritarias del 28% y una inflación similar o del 30%.

El próximo equipo económico no sólo deberá acertar en las medidas, sino hacerse de la “batalla cultural” en explicarlas y justificarlas. El relato kirchnerista que la economía no está mal, va ganando.

Redacción Turello.com.ar

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