Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Claudio Fantini. Tiene razón el gobierno al pedir que los pronunciamientos contra la masacre provocada por el ultra-islamismo en París, no dejen de lado el atentado que dejó decenas de muertos este fin de semana en el norte de Nigeria. Y tiene razón porque esa masacre perpetrada en la ciudad de Maiduguri, se concretó en un mercado atestado de personas y mediante la utilización de una niña de diez años, a la que se le adosó un poderoso explosivo.
Un acto tan aborrecible no podía quedar eclipsado por otro acto aborrecible. Por eso es lógico señalar críticamente ese eclipse de aborrecimientos.
Lo curioso es que cada vez que los ultra-islamistas nigerianos del grupo Boko Haram masacraron estudiantes y secuestraron centenares de niñas, no hubo un pronunciamiento enérgico y un claro ofrecimiento de ayuda al gobierno de Nigeria. Y cuando se produjo la masacre en París, días antes del monstruoso atentado con la niña bomba, tampoco fue muy enérgica la condena del gobierno argentino.
Por el contrario, fueron más perceptibles los pronunciamientos de dos mujeres kirchneristas: Hebe de Bonafini y Florencia Santout.
Posiblemente, Bonafini expresó de manera cruda y brutal (“Francia no tiene autoridad moral para hablar de terrorismo”) lo mismo que la decana de la Facultad de Periodismo de Universidad Nacional de La Plata expresó de manera más cuidadosa: “Los crímenes jamás tienen justificaciones, pero si tienen contextos”.
Obama no estuvo en la marcha del domingo en París, donde hubo muchos mandatarios del mundo. Pero el repudio del gobierno norteamericano a la masacre de Charlie Hebdó había sido contundente y atronador en el momento de producirse.
● Clic aquí la primer tapa de Charlie Hebdo tras el ataque terrorista.
Del mismo modo, fue Obama y el gobierno de David Cameron los que están colaborando con la búsqueda de las cientos de niñas nigerianas secuestradas por Boko Haram.
La pregunta es por qué no hay gobernantes latinoamericanos en los actos contra la censura global que intenta el fanatismo islámico, ni colaborando con estados como el nigeriano en la lucha contra el grupo que comete masacres y secuestros en masa.
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