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Por Claudio Fantini. De no tratarse del país en el que, cada tanto, un “loco suelto” causa masacres o magnicidios, el ataque en la disco gay de Orlando (que dejó un saldo de 50 muertos y 53 heridos) habría mostrado de inmediato la firma del ultraislamismo. Ayer, el presidente Barack Obama negó que fuera un atentado del Estado Islámico y afirmó que se trató de un acto de «terrorismo interno».
Estados Unidos es el país en el que un neonazi baleó a Ronald Reagan; un fanático asesinó a John Lennon y en el que, ocasionalmente, aparece algún lunático armado hasta los dientes que dispara a mansalva en colegios, universidades, cines o donde sea.
Si no fuera por esa patología, sumada al libre acceso a las armas en Estados Unidos, la masacre en la discoteca Pulse habría conducido directamente al fanatismo jihadista en la modalidad del “lobo solitario”. El lugar elegido como blanco, incluso, remite a los cimientos de la deformación religiosa que engendró la criminalidad más monstruosa de este tiempo.
At 1:30pm ET, @POTUS will deliver a statement on the tragic shooting in #Orlando. Watch live: https://t.co/k6QWAbrHAh
— The White House (@WhiteHouse) 12 de junio de 2016
El punto de partida hacia el odio a la cultura occidental y al laicismo en las sociedades musulmanas, fue el egipcio Sayyid Qutb. Filósofo que se formó en la Hermandad Musulmana, bajo los preceptos de su fundador, el imán Hasan al-Bana, pero en las décadas del ’50 y ’60 del siglo 20 inoculó un desprecio visceral a Occidente y a las dirigencias seculares del mundo musulmán.
❝El autor de la masacre en la disco gay de Orlando actuó influido por un aborrecimiento asesino, que se inspira en páginas infectadas de odio❞
Su libro Milestones (Piedras Milenarias) inspiró el giro del fundamentalismo hacia el terrorismo más desenfrenado, engendrando sectas como Takfir Wal Hijra, de la que surgió el fanatismo del médico cairota Aymán al-Zawahiri, quien luego se convirtió en mano derecha de Osama Bin Laden y elaboró la doctrina jihadista de Al Qaeda. En las páginas de ese libro, Qutb volcó su experiencia de dos años en los Estados Unidos, sociedad a la que describió como enfermizamente individualista y pervertida. Hay capítulos en los que, precisamente, describe la homosexualidad, por un lado, y el modo de danzar en los night clubs, por otro, como señales inequívocas de la “degeneración” que implican las costumbres de los estadounidenses en particular y los occidentales en general. La cultura islámica tiene una fuerte dosis de homofobia, rasgo de intolerancia también presente en las demás religiones. Pero la criminalización de la homosexualidad, ya superada en Occidente y aún vigente en el mundo musulmán, llegó a su máximo nivel de brutalidad a partir de Sayyid Qutb, quien fue ejecutado en 1966 por su participación en un complot para asesinar al presidente Nasser.
#UltimaHora Autoridades identifican al atacante del #PulseNightclub de Orlando como Omar Saddiqui Mateenhttps://t.co/mcpgG8uJtS — CNN en Español (@CNNEE) 12 de junio de 2016
Haya leído o no el libro, el autor de la masacre en la disco gay de Orlando actuó influido por un aborrecimiento asesino, que se inspira en sus páginas infectadas de odio.