Roberto Lavagna, ex ministro de Economía entre abril de 2002 y noviembre de 2005, es hoy una de las figuras más escuchadas en los foros de discusión.

Para algunos sectores podría ser el encargado de volver a ordenar las cuentas tras los problemas en la gestión de Cristina Kirchner. ¿Será?

Lavagna exhibe el prestigio de haber ordenado la economía a partir de abril de 2002 cuando el país se derrumbaba tras la devaluación y el corralito y el corralón. Hasta fines de noviembre de 2005, cuando Néstor Kirchner lo echó del gabinete, el país volvió al crecimiento económico, aunque ya aparecía una inflación interanual entre 10 y 12 por ciento. Felisa Micelli, su sucesora, fracasó en el intento de poner en caja la suba de precios y desde 2007, el kirchnerismo intervino el Indec (rompió el termómetro) para esconder la inflación.

–Lavagna, ¿usted presiente que para muchos sectores podría ser el hombre que vuelva a ordenar la economía tras la aparición del déficit fiscal, la caída de las exportaciones y el cepo al dólar? –le pregunté de modo informal tras su conferencia en el Coloquio de la UIC.

–Sí, puede ser. Pero no me quiero poner en ese papel porque no creo en los hombres milagrosos. Hay que trabajar en equipo y en los procesos.

–Si lo volviera a convocar la Presidenta, ¿aceptaría?

–No.

Fue candidato presidencial en la boleta de la UCR en 2007. Salió tercero con 11 por ciento de los votos. Ganó en Córdoba, que fue el único distrito en el que perdió Cristina Kirchner. Ahora, se identifica con el peronismo. Admitió que dialoga con Daniel Scioli, así como con “otros peronistas”.

“¿Volvería a ser candidato presidencial?”, le preguntaron. “No, sólo pueden ser candidatos los que tienen caja pública, para poder financiar la campaña. El que no tiene una caja oficial, no puede ser candidato”, subrayó.

¿Llegará? Muy difícil con Cristina Kirchner. Después, dependerá del presidente/ta que gobierne desde 2015.

Definiciones en la UIC

• “Una política económica de retazos no conduce a nada”.
• “El aumento de la soja genera una perspectiva favorable, pero hay dosis de irracionalidad, como la ‘sovietización’ del negocio petrolero en la Argentina”.
• “No creo que (el Gobierno) cambie de rumbo, más bien hará un escape hacia adelante”.
• “La devaluación ya se produjo, pero el Gobierno no puede gozar de sus beneficios (percibe la retención de la soja al valor del dólar oficial)”.
• “El crecimiento puede estar entre 0 y 2 por ciento; la inflación en torno del 25 por ciento”.
• “Hoy el costo de importar combustibles (entre 10 mil y 12 mil millones de dólares) equivale al peso de la deuda en la década de 1980”.
• “Desde 2006, se fueron 86 mil millones de dólares del país. Más allá de los discursos, es desconfianza”.