Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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CAMBIO DE METAL III: Mauricio prepara como heredero a Marcos Peña*.
Oberdán Rocamora para Jorge Asís Digital. Abruma la «peste de transparencia (selectiva)«, hasta el hartazgo. Con el desfile desapasionado de delincuentes protagónicos como estrellas de televisión. Con los abogados hábilmente operativos, y los “delatores premiados” que también fueron (son) delincuentes. “El periodismo patrullero”, al decir de Ignacio Zuleta, se apoderó del tiempo total de la comunicación. Hasta desplazar la política. Banalizarla, sustituirla.
Por aburrimiento, la patología de los procesamientos e imputaciones podría salir del primer plano de la vida cotidiana en cuanto concluya la feria judicial. Por acumulación de barbaridades, se agotó la capacidad de asombro.
Los bultos del Neolopecito clausuraron la época.
«A partir de Agosto (…) llega el turno de la política.»
En agosto, segundo mes del segundo semestre, las novedades significativas ya no pasarán exclusivamente por los despachos de Comodoro Py. Tampoco, con exclusividad, van a aludir a la marcha de la economía. Ni siquiera a las ilusiones módicas de recuperación. A partir de agosto, plenitud del segundo semestre, llega el turno de la política.
Con la temporada del verano incluida, en diez tendrán que estar confeccionadas las listas para los cargos electivos. En todos los distritos.
La alucinante Mesa de Estrategia se reúne en el templo de Olivos, una o dos veces mensuales. O cuando la convoque Mauricio.
Pronto la Mesa va a descender hacia los menores temas electorales. Los que se tratan, a su vez, en otras mesas del TGR (Tercer Gobierno Radical), que tiene tantas mesas como la antigua Perla del Once.
La mesa de la estrategia la preside, por supuesto, Mauricio, que hasta habla. Aquí intercambian ideas, en orden de importancia, Nicolás Caputo, El Co, y Marquitos Peña, El Pibe de Oro. Están también los territoriales con responsabilidad de gobierno. Horacio Rodríguez Larreta, El Geniol, y la señora María Eugenia Vidal, La Chica del Flores de Carriego. Y cierran los tres lúcidos, o los “embrollones”. El pensador Jaime Durán Barba, El Equeco, Emilio Monzó, El Diseñador Monzó, y el ascendente intelectual que estuvo siempre, aunque nunca se muestra. Carlos Grosso, El Desaprovechado Anónimo.
Al trascender esta enumeración, van a tener que incorporar, con seguridad, a la señora Gabriela Michetti. La Novicia Rebelde.
Ocurre que el destino del Tercer Gobierno Radical dista de peligrar por las amenazas incendiarias del señor Esteche. Al contrario, les favorece.
Debe enfrentar el riesgo electoral de 2017. Y tienen que encontrar los candidatos competitivos para ganar, otra vez, en la provincia (inviable) de Buenos Aires. Al peronismo convenientemente dividido, y sobre todo a Sergio Massa, que ante el cuestionamiento de la señora Carrió hoy encuentra cierta protección moral en la señora Margarita Stolbizer.
¿Podrán ganarle a Massa o a Scioli con Jorge Macri?
La pregunta se asocia al dilema Carrió, la dama que ya está en campaña. Sin embargo el dilema Carrió remite a un tratamiento especial, que aun no preocupa a la “mesa estratégica”. Algunos sospechan, sin manifestarlo, que Carrió se va a tener que ir. Y para que los ataque desde adentro a Angelici, a Durán o mismo a Caputo, “tal vez es mejor tenerla afuera”.
Por falta de candidatos competitivos tampoco sospechan cómo ganarle al peronismo, en Santa Fe, si se enfila detrás de Perotti. Con Miguel Del Sel, que ya perdió dos veces. Existen reticencias para instalar, aparte, a un radical. Lo mismo les pasa en Córdoba, donde resulta casi imposible mantener los mismos números, sobre todo si deben enfrentarlo a José Manuel De la Sota.
Río Cuarto funciona como antecedente que angustia. No puede atenuarse con los bolsos de López. Ni siquiera con más excavaciones en los campos de Lázaro. O Con La Doctora probablemente presa, por la berretada de la hotelería.
Para agosto, aparte, ya va a estar popularmente propagado el rumor que genera, en el TGR, cierta inquietud. Se lo habla en voz demasiado baja. O se lo piensa. Con temor a que trascienda el pensamiento.
Hay Macri, apenas, para un primer mandato.
Aunque logre acomodar, por su buena estrella, el gobierno. Y sea efectivamente un acierto consolidarse, desde afuera hacia dentro. Conquistar la legitimidad en el exterior para fortalecerse en el plano doméstico.
Por distintos motivos personales, que por elegancia no corresponde apuntar aquí, en Macri hoy no existe la menor predisposición hacia la reelección.
La perentoriedad, en su caso, facilita registro del cambio de metal. El paso de la plata al bronce.
Aquí influye el “factor humano”, como titulaba Graham Greene. Debe Mauricio aprovechar los tres años largos de gestión que tiene por delante, para cambiar, en Argentina, las bases de la política. Y poner en marcha la economía definitivamente saneada. Aunque no lo sea, debe habituarse a asumir el rol de estadista. Que, según nuestras fuentes, asume.
El mensaje del estadista penetra más, en el país frívolo, cuando el respeto y el prestigio procede desde el exterior. El recurso es formidable para simular la insustancialidad que tanto se refleja en el plano interno.
De instalarse la idea del Macri por 4, y no por 8, despunta prematuramente la puja por la sucesión. Sobre todo si es verdad, como trasciende, que planifica dejar, como heredero, a Marcos Peña, su Premier. Aunque reluce más como intérprete de Macri, como su traductor político, o como vocero. Aquí Marquitos va a profundizar sus diferencias de piel con Gabriela Michetti. Ya que la relación actual, entre Peña y Michetti, es pésima. Ella recrimina, según nuestras fuentes, el ninguneo de sus logros en el senado, por las votaciones donde se felicita invariablemente a la dupla de Monzó con Rogelio Frigerio, El Pequeño Tapir.
Ambos –Monzó y Frigerio– actúan en tándem, según nuestras fuentes, con el peronista Pichetto, El Polileal.
Es Pichetto el más competente “dador voluntario de gobernabilidad”. En la materia, Pichetto lo supera a Urtubey, y al indeseable Massa.
Otro obstáculo para Peña, en la carrera de la sucesión, es Horacio Rodríguez Larreta, que junta efectividades espirituales desde el maxiquiosco del olvidado Artificio Autónomo. Tal vez tendrá que dejar el maxiquiosco para ocuparse de nuevo del gabinete de Mauricio.
Pero sobre todo el gran obstáculo para la sucesión de Marquitos es la figura que supera, por carisma, la efectividad de su propio gobierno. Es Vidal. Desde la inocencia de PRO, La Chica de Flores realiza un curso acelerado de peronismo. Se entiende cada vez mejor, según nuestras fuentes, con los peronistas. En bloque saldrán a desmentir, a descalificar, a subestimar, sobre todo a ningunear lo aquí planteado.
Pero el “corazón delator”, al decir de Edgar Allan Poe, no está apto para ocho años de tensiones. Con cuatro, según nuestras fuentes, es casi un exceso.
(*) Imágenes y contenidos de esta nota, publicadas en JorgeAsisDigital.com
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