Martín Pastor Roca –socio del grupo constructor RODE– habla de sus proyectos actuales y de sus sueños, con un entusiasmo que contagia. Especializado en estructuras, pone el mismo énfasis en explicar las dificultades de los proyectos en la Central Nuclear de Embalse y de la nueva cámara de Grido, que para su sueño de jerarquizar la Escuela de Capataces de Arquitectura de la UNC y en el desarrollo de prefabricados para la vivienda. Roca estuvo en el programa Los Turello.

Hoy, junto a su hijo Martín y Gustavo Del Boca, da forma a una de las empresas más vigorosas de Córdoba, pero su carrera profesional no fue fácil. «Necesitaba trabajar para costear mis estudios universitarios; dormía muy pocas horas por día», recuerda este ingeniero especializado en el cálculo de estructuras.

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Pasado, presente y futuro

Roca se inició realizando el cálculo de loteos para la empresa Petrini Hermanos. Constituyó varias compañías a lo largo de su carrera, siempre ligadas con sus afectos y conocidos.

Con 71 años, acaba de ser distinguido por el diario La Voz del Interior como Empresario Destacado 2016. Más allá de los halagos, parece concentrado en los nuevos desafíos, que –dice- lo motivan desde que egresó. Más que «la camiseta» puesta, se identifica con el casco de la construcción, que lleva el nombre de la firma.

Reconoce que hay “un panorama distinto en relación con el año pasado”, y cree que en 2017 habrá más trabajo. La construcción se está moviendo. “Cuando hay mixers (mezcladores) en la calle, es porque la cosa empieza a andar”, apunta.

Grido y Embalse

Roca fue docente universitario hasta unos pocos años, pero no perdió la habilidad de explicar en detalle los desafíos que implica construir una súper estructura elevada a 80 centímetros del suelo, sobre la que se asentará uno de los tres mayores depósitos de helados de Latinoamérica. “No se asienta sobre el hormigón, porque con la humedad aumenta el volumen y rompería todo lo puesto por encima”, señala e insiste en dar más detalles técnicos.

Del proyecto de Embalse, Roca apunta que es la obra civil, donde se instalará el equipamiento tecnológico que debe refrigerar el reactor en caso de una emergencia, como sucedió con el accidente de Fukuyima, en Japón.

Sueños

Por último, Roca menciona los dos sueños por los que trabaja en la actualidad. Uno, es la continuidad y perfeccionamiento de la Escuela de Capataces, que funciona en el ámbito de la Facultad de Arquitectura de la UNC.

El otro gran sueño está vinculado «con desarrollar elementos prefabricados, que le permitan a los sectores más humildes alcanzar el sueño de la casa propia. Una casa propia le da seguridad al dueño y a la familia». 

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Redacción Turello.com.ar

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