Por Juan Turello. Tras la votación en el Senado, el país político quedó fuertemente dividido. Es la misma división de 2015, con un aumento de la imagen negativa de Mauricio Macri, que iguala a la de Cristina Kirchner, según la última medición de Gustavo Córdoba, señala mi nota en La Voz. La principal preocupación de los argentinos sigue siendo la inflación.

La canasta que mide La Voz aumentó 4,4% en mayo, pero el promedio de los alimentos subió 6,1%, según el Centro de Almaceneros. A nivel nacional, la inflación de mayo estaría en torno del 3% y el dato de junio no sería menor: por el impacto de los aumentos de combustibles y tarifas. La inflación pone en jaque la tolerancia social con el Gobierno. Cómo sigue la búsqueda de acuerdo con el FMI, a la espera de que el Mundial de Fútbol disimule el trago amargo.

La gambeta de Messi ilusiona a todos los argentinos. ¿Alcanzará? Foto: archivo Turello.com.ar

Y aún falta el sendero de aumentos de los combustibles –la nafta subirá 12% el 5 de julio- y en los meses sucesivos habrá ajustes hasta alcanzar un precio del barril de 70 dólares. A esos incrementos se agregará el tarifazo en gas y electricidad.

El fracaso de la política fue no haber alcanzado un acuerdo básico entre el Gobierno y la oposición sobre la energía, un servicio clave para el desarrollo e insustituible en la vida cotidiana. Hasta para potabilizar el agua es hoy imprescindible la energía.

La suba en los combustibles despertó rebeliones en Brasil –que posee la petrolera más grande de Latinoamérica- y hasta en Nicaragua. El costo de la energía es una cuestión global que el Gobierno no supo explicar a la sociedad, como sucedió con la reforma jubilatoria. Algún día Harvard se encargará de la estrategia de comunicación del macrismo.

Los precios (aumentaron 9,95%) le ganaron a los salarios (5%) en el primer cuatrimestre. Lógico, cayó el consumo.

La inflación pone en jaque la tolerancia social con el Gobierno. El Mundial ayudará a superar el mal grato del FMI.

Pero cuidado: la encuesta de Gustavo Córdoba revela un dato interesante. La imagen de Macri dejó de caer por primera vez desde diciembre de 2017. ¿Por qué? Porque 52% de los argentinos percibe que “la oposición se está aprovechando de la situación crítica, en vez de apoyar la gobernabilidad”. La sociedad sabe que una crisis institucional golpeará aún más sus bolsillos.

En palabras simples, nadie quiere lanzarse a la revuelta que alientan el kirchnerismo y ciertos grupos sociales, que controlan la calle.

El Gobierno aún tiene el desafío de anunciar el acuerdo con el FMI, que supondrá un fuerte ajuste en el gasto: traspaso del Fondo de Incentivo Docente a las provincias, salarios públicos con aumento de 15%, menos obra pública y transferencia de servicios a gobernaciones e intendencias, sin aportes oficiales.

El dólar será caro, con impacto en los precios. El Fondo no quiere un dólar barato, que permita a los argentinos pasarlos al colchón o gastar unos 10 mil millones anuales en Miami y Europa.

Pero para el mal trago tiene una a favor: la gambeta del mejor jugador del mundo que, si el equipo lo acompaña, nos entusiasmará hasta la finalización del Mundial, el 15 de julio. Un bálsamo para las malas noticias.

Juan Turello

Periodista. Escribe en Turello.com.ar y participa en Los Turello (Canal C, Córdoba). Columnista económico en el diario La Voz del Interior y en el programa "Pura Verdad" (Radio Pulxo, 95.1). Realizó coberturas en el país y en el exterior. Jugó al fútbol; ahora practica golf.