La fuerte ola polar, con una importante caída de nieve desde el sur de la provincia de Buenos Aires y Mendoza, hasta cubrir toda la Patagonia, fue la noticia más impactante del fin de semana. La nieve cubrió al menos la mitad de la Argentina.
En Córdoba, el fenómeno fue visible en algunas zonas de las Altas Cumbres. El frío continuará en el inicio de esta semana.
Sin embargo, el idílico paisaje y la posibilidad de disfrutar de este fenómeno, que no se repetía en su magnitud desde hacía una década, trajo varias complicaciones.
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Varios aeropuertos del sur argentino, en especial el de Bariloche, permanecieron cerrados durante varias horas, al igual que una decena de pasos cordilleranos. La ciudad de Bariloche sufrió prolongados cortes de energía y en la provisión de gas natural. Las rutas provinciales estuvieron cortadas en el sur.
Estos datos replantean la pregunta ¿estamos preparados para la nieve? ¿No debieron actuar los cuerpos especiales de Gendarmería y del Ejército para socorrer a los turistas y pobladores varados? ¿La limpieza de aeropuertos y rutas fue la correcta o faltó maquinaria para el trabajo?
Estas preguntas no tuvieron respuestas certeras, lo que revela que Argentina carece de una planificación y preparación adecuada para enfrentar los grandes fenómenos climáticos.