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Por Alejandra Rodríguez (especialista en coaching empresario, dirigencial y político; directora de arcoach.com.ar). Sostenida y ya carente de sorpresa, la inflación hizo que muchas empresas y gremios adelanten sus mesas de discusión salarial.
Como pocas veces antes, este verano no solamente fue sinónimo de playa, descanso y sol, sino también de mesas de negociación.
Ya no se trata de “pasar el verano”, de esperar a marzo y, mientras tanto, juntar tensiones, como arena en la playa. En muchos casos se gestaron a fines de diciembre y principios de enero con varios cierres de acuerdos
–provisorios y parciales, cierto- que procuran acercar posiciones o enfriar los ánimos (con anticipos o sumas complementarias, en algunos casos remunerativas, en otros no) de cara a las negociaciones definitivas.
Bancarios, metalúrgicos (UOM) y choferes de colectivos (UTA) son ejemplos de esta tendencia de paritarias en tiempos de reposeras y sombrillas. Incluso, los trabajadores de entidades deportivas y clubes, vía el UTEDYC ya definió su paritaria anual con un incremento escalonado del 30%.
Y en los casos de mesas de negociación en las cuales no se llegó a acuerdos durante enero, quedó agendado retomar el diálogo en este incipiente febrero, ya habiendo roto el hielo, habiéndose visto las caras y trazando expectativas y el intento de lograr que los acuerdos se alcancen antes que la sangre llegue al río.
En términos de análisis de los escenarios de negociación es evidente que a fuerza de un contexto de índices de precios en permanente ebullición, el calendario de negociación colectiva se ha extendido.
La responsable es la inflación, un problema severo y que nadie puede celebrar. Ahora bien, debajo de esa constancia es digno de reconocer un mix de pragmatismo, reflejos y realismo de los responsables de fijar las estrategias de negociación colectiva en empresas, el Estado (un ejemplo es el de los docentes bonaerenses con los cuales la Provincia viene negociando desde fines de diciembre) y gremios para adaptarse y saber actuar ante las nuevas circunstancias.