Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
Suscribite al canal de Los Turello.
Por Sergio Mabres. La inteligencia artificial (IA), una de las tendencias más sorprendentes de la década, va a sacudir, transformar y poner “patas para arriba” a todos los sectores de la industria. Esta tecnología tiene aristas cinematográficas que asustan a ciertas personas.
Es muy fácil asociar la Inteligencia Artificial con robots asesinos, como Terminator, que viajan en el tiempo para matar a Sarah Connor. Sin embargo, a pesar de todos nuestros prejuicios, llega a nuestras casas de la forma más inocente.
Aunque todavía no se ven mucho por estas latitudes, la mayoría de las grandes marcas ya tienen su producto en esta categoría. El más conocido y líder absoluto es el parlante Echo de Amazon, que viene en tres modelos: Clásico, Dot (sin batería debe estar siempre enchufado) y Show (con una pantalla de 7 pulgadas).
No hay que confundirlos con los parlantes Bluetooth que solo pueden reproducir música de otro dispositivo. Los parlantes inteligentes tienen un asistente digital con el que se puede comunicarse verbalmente. Es decir, una persona le habla y el parlante le contesta. El asistente de Amazon se llama Alexa y es “un personaje” muy interesante.
Google tiene su parlante inteligente llamado Google Home. Su asistente digital, Google Assistant, tiene una personalidad más chispeante que la de Alexa y brilla cuando se le pide que busque algo en la web.
Apple lanzo este año a HomePod su parlante inteligente impulsado por el asistente digital Siri. Ha sido calificado por algunos analistas como el menos potente entre los mencionados. ¿Por qué? por ser una primera versión con tecnología de asistencia un poco atrasada (ya que viene de 2010).
Apple Homepod vs Google Home vs Amazon Echo: Which Is Best? https://t.co/OESV0Kyqah
— Phandroid (@Phandroid) 6 de junio de 2017
Entre otras funciones, estos parlantes pueden recordarle al oyente sus reuniones, ofrecerle recetas de cocina, contestar preguntas sencillas, buscar información, reproducir música, manejar las luces y todos los aparatos de la casa que estén conectados a Internet.
El gran reto, para los dispositivos con inteligencia artificial, es distinguir cuando una persona habla con ellos, o lo está haciendo con otra persona. Este test se lo conoce como la prueba de Turing.
Cuando la prueba de Turing sea superada fácilmente, las interacciones entre las personas y los dispositivos con IA se habrán naturalizado a tal punto, que no causarán sorpresa. La habilidad pasará entonces por entender y satisfacer las necesidades de los usuarios. Y esta tecnología, la inteligencia artificial, estará lista para darle vida a los robots.
» Lea también: 10/05/15 | Los robots que te pueden jubilar.
Al que igual que los ereaders (lectores de libros digitales conocidos como ebooks), que aún no pudieron dominar superar la preferencia de los lectores por el papel, los parlantes inteligentes también van a tener un techo.
Al analizar el límite de la Inteligencia Artificial nos encontramos con otra historia. Hoy es muy difícil predecir hasta dónde puede llegar. No obstante, es posible intuir que el límite será seguramente económico y no tecnológico. En otras palabras, se construirán entes de inteligencia artificial tan grandes y tan inteligentes como sea económicamente razonable.
En la siguiente entrega, los nuevos dilemas morales que plantea la Inteligencia Artificial.