Esta es una pregunta que ronda en la cabeza de muchos: ¿por qué con tantos pesos en la calle no se dispara la inflación?
Sucede que cuando la economía crece, digamos 5%, la demanda de pesos tiende a aumentar en la misma proporción, ya que necesitamos más dinero para realizar más transacciones.
Si el Banco Central (BCRA) emite esa cantidad de dinero (la oferta de pesos aumenta 5%), no genera inflación, ya que la mayor oferta de pesos se absorbe por una mayor demanda. Si por el contrario, el BCRA aumenta la cantidad de dinero en más del 5%, generará inflación por la diferencia.
Veamos qué ocurrió en el último año. La actividad económica cayó 1%, con lo cual la demanda de pesos debería haber caído en una proporción similar. Pero la cantidad de pesos en circulación aumentó 35%. La inflación debería haber sido entonces del 36%, sin embargo, fue sólo del 24%, como muestra el gráfico en http://www.gastonutrera.com.ar/2012/08/por-que-con-una-emision-de-pesos-del-35.html
¿Y los otros 12 puntos porcentuales? Mi explicación es el “efecto billete de 100”, que postulé hace más de un año (leé más sobre este efecto en http://www.gastonutrera.com.ar/2011/07/queres-saber-cual-es-el-truco-para.html.
Pero ahora se suma un segundo efecto que aumenta la demanda de dinero y, por lo tanto, también reduce el impacto inflacionario de la emisión monetaria: la pesificación requiere más pesos dedicados a la realización de transacciones que antes se realizaban utilizando dólares, como las operaciones inmobiliarias.
Todo esto le da al Gobierno la posibilidad de financiar con emisión monetaria un gran déficit fiscal sin aumentar la inflación en torno de los niveles actuales, entre 23 y 25% anual. Y si de todos modos se produce un exceso de emisión, todavía es posible sacar de circulación parte de los pesos mediante la colocación de deuda del BCRA, instrumento que no utilizó durante el último año.
De esta forma, es difícil que se descontrole la inflación, aun cuando se produzca una fuerte emisión monetaria.