Por  Juan Turello. “Estoy muy preocupado. La herida social que se abrió con los saqueos es grave, y los tiempos se acortan muy rápidamente”. Con estas palabras, Ercole Felippa, titular de la UIC, apagó el viernes su teléfono, señalo en mi nota en La Voz del Interior.

 ¿Qué pasó? 

En pocas horas casi se borró la cuota de optimismo que había abierto la dupla Capitanich-Kicillof, con al menos un nuevo estilo (más amable) en el ejercicio del poder.

El conflicto policial estalló en Córdoba y luego se multiplicó en el país. Se podría decir que nadie escuchó el reclamo de los policías ni los interpretó. Los encargados de cuidar la vida y la libertad de sus conciudadanos en Córdoba apenas llevan a su bolsillo entre 6.000 y 8.000 pesos mensuales con mucho esfuerzo (sumando cientos de horas adicionales).

Algo no está bien en los sueldos del sector público cuando policías, médicos y maestros ganan salarios que apenas cubren una canasta de alimentos. Por contrapartida, empleados de la Municipalidad de Córdoba, Epec y de la Justicia, entre otros, batallan en los tribunales para no les cobren Ganancias por sus elevados ingresos.

Pero hay que decirlo: los policías cometieron la enorme irresponsabilidad al dejar desprotegida a la ciudad, que provocó que cientos de animales sueltos mostraran lo peor de la condición humana, en una mezcla de resentimiento, odio y desprecio por la vida y los bienes de los demás.

 ¿Qué tiene que ver con la economía? 

Mucho. No es posible plantear un desarrollo sostenido si existen inmensos bolsones de pobreza, resentimiento y odio. En algún momento, todo se contamina.

■ Uno de cada cuatro argentinos vive en la pobreza real (no la del Indec).

■ Entre 800 mil y un millón de jóvenes integran el grupo de los “ni-ni” (ni estudian ni trabajan), más allá de la falsa propaganda de la inclusión social, en algún momento esa realidad explota. Esto, sin dejar de reconocer que existió la acción de cientos de delincuentes que sometieron a los cordobeses a las peores 35 horas desde los graves sucesos de 2001.

La gestión de José Manuel de la Sota se desgastó rápidamente por funcionarios que no supieron manejar ni dimensionar la crisis policial.

De la Sota se desgastó por funcionarios que no supieron manejar la crisis policial. En muchas áreas, hay más reproches que puntos a favor. Pero el kirchnerismo olvida nombrar el flagelo de la inflación,

Pero los que conducen las protestas no mencionan la responsabilidad del kirchnerismo en la destrucción del tejido social, está infectado de un cáncer que se llama inflación. El empresario Cristiano Rattazzi suele decirlo con franqueza: “La inflación es como la droga, al principio produce excitación, pero con el tiempo destroza al individuo”.

La historia está llena de ejemplos que no queremos mirar. Es más lindo participar de la fiesta populista, que, cuando se acaba, nos muestra el peor rostro de los humanos. Aquí y en cualquier lugar.■

Acerca del autor

	SM	Juan Turello
	SM	Periodista. Editor de Turello.com.ar. Columnista económico en el diario La Voz del Interior y Cadena 3. Conduce «Bipolares» por 96.1 FM (Shopping Classics), de lunes a viernes de 7 a 9. Realizó numerosas coberturas en el país y en el exterior. Le gusta jugar al golf. Twitter: @juanturello / Facebook: juanturello

Redacción Turello.com.ar

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