Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
Suscribite al canal de Los Turello.
Por Sergio Mabres. Snapchat, una aplicación móvil que empezó a ser utilizada por los jóvenes para hacer bromas enviando textos, sonidos, fotos y videos atrevidos a sus amigos que desaparecían del teléfono sin dejar rastros, hoy se ha convertido en una red con más de 100 millones de usuarios. La desaparición de los contenidos fue la fórmula del éxito.
» Lea también: Snapchat: esta foto (o video) se autodestruirá en segundos.
El crecimiento era sostenido y el mayor, de todas las redes sociales. Sin embargo, los inversores querían más. Querían monetizarla. Si bien la publicidad es la forma más habitual de generar ingresos en las apps, los efímeros contenidos de Snapchat hace difícil mostrarla de la forma tradicional. Lo que ha sido la base de su crecimiento conspira ahora contra los planes de los directivos de generar ingresos legítimos.
La dificultad no radica tanto en los problemas de cómo insertar la publicidad, ya que se podrían utilizarse micro-videos de 2 segundos previo a los de los amigos. El tema es explicar y vender estas exposiciones tan cortas a las empresas. En ese sentido, la cúpula de Snapchat viene evaluando y aplicando, sin mucho éxito, una serie de alternativas para generar ingresos. Entre ellas:
1. Convertirse en un canal de noticias con publicaciones de sólo 24 horas de duración con la idea de incluir publicidad en ellas. Al parecer el plan no ha logrado los resultados esperados. Un par de semanas atrás, Snapchat cerró su propio canal de noticias y dejó en mano de terceros la creación de este tipo de contenidos.
2. Generar series de TV propias, también de 24 horas de duración, que si no se visualizan en ese día, hay que esperar su republicación (aproximadamente una semana).
3. El envío de dinero por Snapchat tampoco parece haber funcionado entre los usuarios. La empresa pretendía quedarse con un porcentaje de cada transacción.
4. La venta de los millones de sonidos, fotos y videos que los usuarios comparten entre ellos. Aunque los contenidos se borran de los teléfonos, la nueva licencia establece que los usuarios habilitan a la empresa a utilizar su nombre, imagen y voz en cualquier parte del mundo, sin restricciones, por todos los medios, canales de distribución, y para siempre. Otra potencial fuente de ingresos para cuando los inversionistas se cansen de pagar las cuentas.
Un desafío importante es el aspecto generacional y sus cambiantes preferencias. Es importante recordar que los usuarios de Snapchat son muy jóvenes. La mitad de ellos, tienen entre 13 y 18 años; 31%, entre 19 y 24 años y el 19% restante, son mayores de 25. Del otro lado, los potenciales anunciantes pertenecen a otra generación y descreen en la efectividad de estos medios tan volátiles.
» Lea también: ¿De qué generación eres?
Otro obstáculo para la monetización de Snapchat es que la plataforma es como una suerte de «choza en el baldío virtual», en la que los jóvenes se juntan a compartir sus contenidos, a escondida de los mayores para evitar sus represalias. El reto para las empresas es cómo llegar con la publicidad a «la choza en el baldío virtual» de esta generación.
» Lea también: Mamá te quiero pero no como amiga en Facebook.