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Por Nicole Turello. En un nuevo episodio de Los Turello de Viaje, visitamos la Gruta y el Santuario de la Virgen de Lourdes, ubicados en la localidad homónima en Francia.
Lourdes se encuentra al sudoeste del macizo de los Pirineos, y alberga uno de los sitios más concurridos por los creyentes de la fe católica y de otros credos. Fue allí donde Bernardette Soubirous vio a la Virgen María en 18 ocasiones. La primera de ellas, fue el 11 de febrero de 1858.
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Bernardette era una pequeña campesina, de familia humilde, quien a sus 14 años aseguró haber visto «a una señora vestida de blanco, con un cinturón azul y una rosa amarilla en cada pie».
Según el relato de la joven, ella se presentó como «la Inmaculada Concepción» y se dirigió a Bernardette en 18 ocasiones, en un lugar llamado la Grotte Massabielle.
Fue la misma joven quien hizo caso a los distintos pedidos de las apariciones y quien tuvo que enfrentar a las autoridades para que en el lugar se construyeran la Basílica, el Santuario y la Gruta de la hoy llamada Virgen de Lourdes.
Pasaron cuatro años para que el pedido fuera aprobado por el Vaticano.
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La ciudad de Lourdes está ubicada al suroeste de Francia, al pie de los Pirineos y es atravesada por el río Gave. Se encuentra a 830 kilómetros de París y cuenta con un aeropuerto, una estación de trenes y varias líneas colectivos, que permiten que su acceso sea sencillo.
En nuestro caso, optamos por tomar un aéreo directo desde Milán, que tuvo una duración de tan solo una hora y media. La otra ruta más sencilla para arribar es tomar un tren de rápida velocidad desde París, o bien un colectivo desde Bourdeos o Toulouse.
La ciudad es pequeña, pero cuenta con una gran plaza hotelera. La mayoría de los establecimientos están pensados para el turismo religioso.
Como atractivos turísticos se encuentran la Basílica, el Santuario y la Gruta de Lourdes, donde también está la vertiente de agua que muchos fieles consideran milagrosa.
Además del espacio dedicado a la Virgen, hay un Vía Crucis, que tiene vistas panorámicas a la ciudad y un castillo llamado Chateau Fort, con origen en la Edad Media.
Por supuesto, la ciudad también alberga las casas donde vivió Bernardette, hoy convertidas en museos, en las que se puede repasar su historia. Finalmente, para los amantes de la naturaleza, también se puede subir al Pic du Jer en fonicular o a través de un sendero a pie de dificultad media.
La temporada alta para visitar el lugar es de mayo a octubre, donde la temperatura es más agradable.