Por Sebastián Turello. Los Turello, junto a otros periodistas, visitó la planta de fabricación...
Autoridades del IAE y de Banco Macro, en una ceremonia conducida por la periodista Verónica...
La empresa Aguas Cordobesas celebró el cierre del programa “Construyendo Futuro 2024", con la...
Suscribite al canal de Los Turello.
Por Juan Turello. Javier Milei imaginó dejar atrás la semana más difícil en cuanto a datos económicos, con el relanzamiento del Pacto de Mayo y la convocatoria a un difuso Consejo de Mayo. No fue así, señala mi nota en La Voz.
La mala elección de los colaboradores ya se llevó puesto a 35 funcionarios de distintas jerarquías, incluido el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, identificado en el pasado como uno de los mejores “amigos” del Presidente. Fue reemplazado por Guillermo Francos.
Pero la semana estuvo dominada por la falta de gas y el escándalo de los alimentos en los depósitos oficiales. Repasemos.
La buena noticia del dictamen favorable en el Senado a la retocada “ley bases”, quedó opacada por dos hechos que mostraron la impericia del Gobierno.
Si bien influyó la herencia peronista, en la falta de gas y en los desórdenes sobre los alimentos hubo descoordinación e imprevisión oficial.
Falta gas. El tema energético es una pesada carga para todos los gobiernos. Lo sufrieron Raúl Alfonsín, Cristina Kirchner y Mauricio Macri con los cortes de luz y Alberto Fernández con la escasez de gasoil, entre otras penurias.
Un error que apunta al titular de Economía, Luis Caputo fue la decisión de “pisar” los desembolsos (eran sólo U$S40 millones) para efectuar las plantas de comprensión que duplicarían la capacidad de transporte del “Gasoducto Néstor Kirchner” y la demora en las obras de reversión del Gasoducto Norte.
Además, las idas y vueltas para abonar la descarga de un buque con gas natural licuado (GNL) de Petrobras demuestran la falta de articulación entre áreas.
Las crudas temperaturas de mayo -las más bajas en 40 años- y los problemas de transporte apenas atenúan la responsabilidad de los funcionarios nacionales.
“El 90% de los que votaron a Milei están dispuestos a realizar el sacrificio que impone el ajuste económico”, afirma Eduardo D’Alessio, titular de la consultora que comparte con su mujer, Nora, y Sergio Berensztein.
El 50,4% de los que sufragaron por Milei están dispuestos a enfrentar los costos de las medidas en marcha.
La imagen de Milei y de su gabinete cayó luego del papelón por el no reparto de cinco mil toneladas de alimentos, con enormes cantidades de leche y de yerba a punto de vencer.
Es un grave error de gestión cuando casi la mitad de la población vive en la pobreza; siete de cada 10 niños y adolescentes integran ese universo.
Las críticas y los pedidos de enjuiciamiento a la ministra Sandra Pettovello esconden, por parte de ciertos líderes sociales, su defensa de los manejos irregulares de la ayuda social.
Milei respaldó la actuación de Pettovello, y denunció quiosco/curro.
Al Presidente no le atrae la negociación política -lo confesó Francos en su presentación como jefe de Gabinete- ni la gestión cotidiana de los asuntos oficiales.
Los elogios a Caputo, por el manejo de la macroeconomía, y a Pettovello, por desmantelar la corrupción de “los gerentes de la pobreza” (Eduardo Belliboni, Juan Grabois y Emilio Pérsico), revelan sus preferencias.
Suenan superficiales las críticas al viaje de Milei a EE.UU.: no es fácil estar en la agenda de las compañías número uno del mundo.
Milei se reunió con los CEO de las empresas que lideran el desarrollo de la tecnología y perfilan el futuro de las comunicaciones, incluido el uso de la inteligencia artificial.
Es difícil acceder a un lugar en la agenda de los máximos referentes de Meta (incluye Facebook, Whatsapp e Instagram), de Google, de OpenAI (dueña de ChatGPT) y de Apple, además del contacto con otros líderes empresarios. Argentina estaba desacreditada en esos ámbitos.
La apuesta oficial es convertir al país en un polo tecnológico, que atraiga inversiones de esas multinacionales.
El Régimen de Incentivos de Grandes Inversiones (RIGI), que forma parte de la “ley bases”, podría actuar como aliciente, como sucede con los proyectos en hidrocarburos y en minería.
La senadora nacional Carmen Álvarez Rivero (Córdoba) sostiene que el RIGI podría favorecer la conversión en autopista de la Ruta 158, que une San Francisco con Río Cuarto.
Martín Llaryora, por su parte, quiere que la Nación transfiera a la Provincia las inconclusas autopista Arroyito-San Francisco y autovía Río Cuarto-Holmberg. Ya tiene un guiño de Francos.
Los buenos proyectos seguirán en los papeles si el Gobierno nacional no mejora la gestión y la coordinación entre áreas.