En forma inesperada, la diputada ultrarreligiosa Elisa Carrió cuestionó al papa Francisco, por haberle enviado un rosario a la dirigente jujeña Milagro Sala, quien permanece detenida acusada de varias causas.

Bajo el título «Un llamado a la no violencia», Carrió manifestó: «Hay que defender al Presidente de la Nación, que busca la pacificación y que fue electo por vía democrática, es preciso no generar confusión. Espero en los obispos de Argentina ya no en el Papa. Es sumamente peligroso alimentar la violencia sobre todo desde el plano espiritual». Y remató: «A Roma no voy». Macri, junto a los gobernadores de Salta, Mendoza y Tierra del Fuego, visitará al papa Francisco el sábado 27 de febrero próximo.

Carrió fue apoyada en las redes sociales por partidarios del Gobierno, quienes cuestionan la protección que la Iglesia argentina brinda a la dirigenta social, severamente cuestionada por las autoridades de Jujuy y acusadas de diversas prácticas corruptas. El kirchnerismo se convirtió en el principal respaldo de Milagro Sala. Ayer, hubo numerosos cortes en los accesos en la Capital Federal.