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/xS. Los adictos al Candy Crush Saga reconocerán las palabras en inglés del título de esta nota. Los que aún no lo jugaron vale aclararles que, en teléfonos inteligentes y tabletas, es el juego más popular de todos los tiempos y acaba de cumplir su “primer añito” con números desopilantes:
Fue descargado más de 500 millones de veces y generan casi 19 millones de dólares por mes.
Por día hay más de 100 millones de usuarios activos que juegan 700 millones de partidas.
Se juega en mayor medida desde las 18 hasta las 21 horas; el domingo es el día más popular y durante los tiempos muertos (esperas, viajes en transporte público, coffe breaks, por ejemplo). En mayor medida son mujeres de 25 a 55 años.
1 de cada 23 usuarios de Facebook es fan de Candy Crash Saga y ha generado más de 14,5 millones de tuits (un volumen de texto equivalente a 4.500 novelas).
En Argentina, tiene más de un millón de jugadores activos, por día, tanto en Facebook como en dispositivos móviles.
Estas datos y cifras fueron difundidos por King.com –la empresa, con base en San Francisco (EE.UU.), desarrolladora del juego- con motivo de su primer aniversario y son también alguna de las millones de razones por las que logró desbancar al popular juego de los pajaritos: Angry Birds.
¡Sweet! Factory
Pero ¿qué cómo funciona la fábrica de caramelos?
Detrás de este juego al estilo puzzle (en el cual hay que crear filas o columnas de tres, o más caramelos, del mismo color para eliminarlos) trabajan programadores, artistas, gerentes de productos y diseñadores que actualizan permanentemente nuevos niveles (arrancó con 65 y ahora tiene más de 450), dijo Tommy Palm, en una entrevista de Red Users.
Facebook, caramelos, flexibilidad, sociabilidad y dinamismo son los cinco factores que Palm atribuyó al éxito del Candy Crush Saga, en una reciente nota publicada por Infobae. Por su lado, Ecetia asegura un aspecto clave del juego es el modelo free-to-play, una categoría a través de la cual los usuarios puedan descargarlo y jugar gratuitamente, pero que si quieren avanzar más rápido deben realizar micro pagos (pequeñas transacciones) o solicitarle ayuda a sus amigos, vía redes sociales. En el caso de Candy Crush Saga se pueden comprar trucos (boosters) pagando desde $7 en adelante, como así también pedirles ayuda a nuestros amigos de Facebook para obtener más vidas y así poder continuar avanzando. Otros factores
De hecho, si eres usuario de Facebook seguramente ya recibiste alguna invitación para jugarlo.
Caramelitos ¡Delicious!
El furor generado por Candy Crush Saga trascendió las pantallitas de los dispositivos móviles y la tienda de Dylan’s Candy Bar ya vende 4 cajas de dulces de la misma marca, a 4 dólares cada una, entre otras golosinas (algo similar paso en su momento con los chocolates de nuestro querido amigo Wonka).
Es lógico que la maquinaria del marketing y merchandising se active ante la popularidad de un juego como este. Por caso, en Mercado Libre se ofrecen tortas temáticas desde $90, entre otros artículos relacionados. En el web también hay blogs que enseñan a personalizar los zapatos al mejor estilo Candy Crush.
Sabor (¡tasty!) en la bolsa
King.com buscan ponerle más azúcar a los dulces de Candy Crush Saga y darle un nuevo “giro al juego”. ¿Cómo piensan hacerlo? Consiguiendo más inversionistas que financien sus nuevos proyectos de expansión a través del mercado de capitales, es decir, la bolsa de valores (igual que Twitter) con una oferta que sería gestionada por JP Morgan, Credit Suisse y Bank of America.
No obstante, Darío Esptein advierte que “los juegos son por definición fugaces” y pueden pasar rápidamente de moda. Además, “los inversores tienen argumentos poco sostenibles para justificar una fuerte sobrevaluación de las empresas de juegos mientras son furor”. Un claro ejemplo es la mala experiencia de Zinga.
¡Advertencia! sin nunca jugaste a Candy Crush Saga y decides hacerlo, después de esta nota, probablemente te vuelvas un “Candy” adicto como el autor que suscribe, el cual alcanzó esta mañana el nivel 205. Si el juego lo usan tus niños ten presente las sugerencias de la Asociación Americana de Pediatría.
Vos ¿en qué nivel estás?
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