El plazo de 30 días para que la Argentina pague su deuda a los bonistas reestructurados y a los holdouts, o fondos buitre como los llama el Gobierno, está corriendo. La posibilidad o no de un acuerdo final tiene ventajas y desventajas. Las repasamos.
El gobierno de Cristina Kirchner siguió adelante con su posición de no reconocer a los fondos buitre y apeló el fallo del juez Thomas Griesa, quien ordenó que la Argentina le pague a los holdouts (bonistas en default) antes del 15 de diciembre próximo el valor de los títulos actualizados.