Por Juan Turello. El “plan platita” de Sergio Massa no se detiene. Cada día suma nuevos sectores con medidas que podrían sugerir que hay almuerzos gratis, pero no es así: alguien paga el valor de la comida, señala mi nota en La Voz.
Massa intenta sumar a quienes critican los errores de Alberto Fernández (él mismo lo hace), con la promesa de que en su eventual gestión el salario superará a la inflación; que crecerán las oportunidades laborales y que el Estado protegerá a todos, cualquiera sea su necesidad. “Exceso de promesas”, diría el octógono negro.