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Por Juan Turello. Los taxistas suelen reflejar el cambio de humor. “Después del Día de la Madre, la actividad se cayó. Muchos están esperando a ver qué sucede con el balottage”, confesó un conductor con años en el servicio. El diagnóstico es compartido en otras actividades. ¿Qué está pasando?, es lo que intenta responder mi nota dominical en La Voz del Interior.
De las sensaciones a los números: el comercio minorista vendió 3,1% más en unidades en octubre (“el mejor mes del año”), según la Federación Comercial (Fedecom).
La venta de productos electrónicos y electrodomésticos se paralizó en los locales, pero se movilizó vía Internet en el Cyber Monday y en los supermercados por el Black Friday.
❝Cruzar el desierto demandará más de 100 días (hasta marzo la actividad no se recuperará plenamente). Las fábricas de autos darán vacaciones por 45 días❞
La sensación de los comerciantes es que se detuvo el envión tras la primera vuelta presidencial, que –para los encuestadores- debería haber decantado con claridad al sucesor de Cristina Kirchner. Eso no sucedió y ahora la incógnita sobre qué hará el futuro presidente, recién se resolverá después del 10 de diciembre.
Ramiro Sosa Navarro, economista-jefe del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba, explica que la compra de bienes durables y de automóviles tiene que ver “con la intención de los consumidores de ganarle a la inflación, además, presumen que van aumentar el 10 de diciembre por la devaluación inevitable del tipo de cambio».
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El patentamiento de automóviles creció 8% en octubre. Manuel Tagle aclara que “la comparación es con un pésimo mes de 2014”. Las fábricas, por contrapartida, tuvieron un mes para el olvido: la producción cayó 25,6% y las exportaciones 48,7% (“efecto Brasil”), apuntó Adefa.
“Las terminales ya nos notificaron que las vacaciones serán por 45 días o más. A partir del feriado del 7 y 8 de diciembre, la actividad se paralizará hasta fines de enero”, admite –con preocupación- Isabel Liliana Martínez (Cámara de Industriales Metalúrgicos).
Adrián Brito, ministro de Trabajo, reconoce que en varias fábricas se han producido “despidos hormiga”, y que el panorama podría agravarse hasta que la economía vuelva a arrancar. El empuje recién llegaría en marzo o abril.
Más optimistas, en la industria de alimentos creen que el sector puede salir rápidamente. “Si se efectúan correcciones macro (el tipo de cambio, obvio); se facilita el ingreso de bienes de capital para mejorar la productividad; aparece financiamiento y se agilizan los trámites en Aduana”, afirma Jorge Riba, de la Asociación de Industriales de la Alimentación de Córdoba (Adiac), protagonista clave de Epial 2015.
Juan Manuel Garzón -del IERAL de Fundación Mediterránea- lo avaló. Según el economista, el agro y la industria de alimentos generan el 32,9% del Producto Bruto Geográfico (PBG); el 29% del empleo (por encima de la construcción y del complejo automotriz y autopartistas) y es el que más divisas aporta: siete de cada 10 dólares que ingresan a Córdoba llegan por esa ventanilla.
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El diagnóstico desborda optimismo. Pero, cruzar el desierto demandará más de 100 días.