Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Claudio Fantini. Mirar hacia afuera suele ayudar a enfocar lo que ocurre adentro del país. El profesor Mark Rutte sigue dando sus clases de Historia en una secundaria, a pesar de que es el primer ministro de Holanda. Roberto Baradel dejó de ser celador en un colegio ni bien llegó a la dirigencia de SUTEBA. ¿Qué pasa en Uruguay con los piquetes?
También ganan dinero los dirigentes piqueteros. Y eso es una parte de la explicación de los cortes que plagan Buenos Aires y otros puntos del país. Las otras partes de la explicación están en la crisis social que el Gobierno aún no logra revertir y en la desesperación de Cristina Kirchner y otros dirigentes kirchneristas por tumbar a Mauricio Macri para volver a controlar plenamente la Justicia y frenar de ese modo los procesos por corrupción.
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Con Buenos Aires colapsada por piquetes, resulta interesante asomarse a otros países. Y no hace falta irse lejos.
En Uruguay, el presidente Tabaré Vázquez acaba de firmar un decreto que ordena al Ministerio del Interior preservar el derecho fundamental de las personas a transitar libremente. En otras palabras, prohibió las marchas y las manifestaciones que impliquen cortes de calles y rutas, por lo que habilitó a la Policía a actuar de inmediato para restablecer el derecho la libre circulación.
El razonamiento del gobierno del Frente Amplio ya había sido expuesto, precisamente en su denuncia contra el Gobierno argentino, a propósito del corte del puente de Gualeguaychú cuando se construía la papelera ex Botnia (hoy UPM).
Lo que Tabaré planteó al entonces gobierno de Néstor Kirchner durante el conflicto, fue lo que luego el ex presidente argentino planteó contra los productores rurales cuando se rebelaron contra el aumento de las retenciones en marzo de 2008. En la guerra contra el campo, el kirchnerismo decía que interrumpir la libre circulación era un delito. Y tenía razón. Ahora usa el argumento exactamente contrapuesto para alentar los piquetes que hacen colapsar Buenos Aires todo el tiempo.
Tabaré Vázquez autorizó a la Policía a disuadir los piquetes; antes José «Pepe» Mujica había prohibido ocupar las oficinas del Estado.
En Uruguay, las marchas que implican cortes de calles o rutas constituyen hechos aislados y no llegan a provocar colapsos de ningún tipo. Sin embargo, para evitar un efecto contagio llegado desde la caótica Argentina. Con vistas a los ajustes que está preparando el gobierno del Frente Amplio para reequilibrar las cuentas públicas, abrió el paraguas para que la lluvia de cortes, de ocurrir, no lo tome por sorpresa.
Es importante subrayar que Tabaré Vázquez preside el gobierno de la izquierda uruguaya; ergo, no se trata de represión de la derecha neoliberal.
Y como antecedente tiene el decreto del anterior presidente, José «Pepe» Mujica, líder del ala izquierda del Frente Amplio, que prohibió la ocupación de dependencias del Estado en Uruguay para realizar protestas. Para efectivizar esa medida, el popular «Pepe» Mujica también habilitó la actuación de la Policía.